Jaime Forero Gómez, ilustre médico, cirujano y pediatra de Santander, además de uno de los más reconocidos columnistas de Vanguardia, falleció en la mañana de este jueves en Bucaramanga.
Forero Gómez se encontraba en la unidad de cuidados intensivos de la Fundación Cardiovascular desde hace algunos días, cuando fue ingresado tras sufrir un infarto.
Él estudió Medicina en la Universidad del Rosario y era especialista en Pediatría y Cuidados Intensivos Pediátricos Neonatales, de la UNAM, en Ciudad de México. También era especialista en Educación Virtual y Alta Gerencia del TEC de Monterrey; y especialista en Docencia Universitaria en Reanimación Cardiopulmonar. De igual forma, fue experto en probióticos de la Fundación Hispanoamericana.
Aunque él nació en Bucaramanga, su familia es oriunda de Zapatoca. Fue hijo del también reconocido médico Héctor Forero Blanco y Margy Gómez. Sus hermanos son: Margy, Carlos (q.e.p.d.) y Enrique Forero Gómez.
El reconocido profesional era egresado del colegio San Pedro Claver de Bucaramanga.
Era un apasionado por la nutrición; también fue un hombre muy crítico y conocedor de la política regional y nacional.
Fue columnista de Vanguardia durante más de dos décadas y publicaba su texto de opinión en el periódico todos los sábados. Justo el pasado 22 julio nos deleitó con la que sería su última nota editorial. (Ver foto)
La Sagrada Eucaristía de Cenizas presente se cumplirá mañana, 5 de agosto, a las 3:00 p.m. en la Capilla de la Resurrección, en Jardines La Colina.
Reacciones
Según el arquitecto Antonio José Díaz Ardila, “el médico pediatra Jaime Forero Gómez siempre fue un gran ciudadano, se preocupado por su tierra, como el que más, no sólo por su vocación por la salud, sino por el bienestar de la sociedad que nos correspondió vivir. Fue un gran ser humano y un gran amigo”.
Luis Melón, amigo de él, dijo: “Fue un profesional que exploró el mundo de lo natural. Siempre nos enseñaba sus investigaciones, nunca se cansó de decirles a los bumangueses: mira hay que buscar el poder de lo natural y también hay que mirar el problema de la calidad del aire. Fui amigo personal, estuvo con su esposa en nuestro canal en vivo hablando sobre nutrición”.
Para Eduardo Muñoz Serpa, también columnista de Vanguardia, “la noticia de la muerte de este gran hombre es un golpe bajo que nos da la vida, sobre todo a quienes disfrutamos de su amistad”.
“Era un señor, un gran profesional, un ser desprendido, de espíritu generoso, muy atildado escritor y descendiente de gentes fenomenales. Qué tristeza no tenerlo ya como pediatra de nuestros nietos”, precisó.