En tan solo diez meses de Gobierno, la desaprobación del presidente Gustavo Petro tuvo un marcado ascenso desde el 20% que había registrado en agosto de 2022, cuando llegó al poder, hasta el 61% para junio de este año: una subida de 41 puntos porcentuales que muestra cómo su desaprobación avanzó más que la misma aprobación.
La aprobación del mandatario cayó 23 puntos. El mandatario pasó de iniciar su gestión con una aprobación del 56%, en agosto de 2022 y en medio de la alta expectativa por el cambio prometido, a que en la más reciente encuesta Invamer que se conoció este miércoles ese nivel cayera hasta el 33%.
La desaprobación se ha mantenido al alza en estos diez meses y, si bien la subida más pronunciada se registró en el segundo semestre de su administración (ver gráfico), el aumento en la percepción negativa de la gente sobre el jefe de Estado ha sido una constante que ha acompañado al “Gobierno del cambio”.
Las estadísticas dejan ver una caída pronunciada en la imagen del primer presidente progresista de Colombia que no ha llegado aún a su primer año de Gobierno, pero que ya ha protagonizado varios escándalos en este periodo que lleva como inquilino de la Casa de Nariño.
En el catálogo de polémicas están la salida de su jefa de despacho, Laura Sarabia, por el presunto uso irregular del polígrafo de Palacio y el robo de un maletín con dinero en su residencia, además de la presunta financiación irregular a su campaña, hecho que quedó evidenciado en los audios en los que el embajador Armando Benedetti habló de unos supuestos 15.000 millones de pesos para el Pacto Histórico en 2022.
Precisamente, el dato del declive en la aprobación del presidente se revela justo después de esos dos escándalos y pese a que en el mismo lapso se conoció uno de los logros más destacados del tiempo que va de la gestión de Petro en la Presidencia: el rescate de los cuatro niños indígenas que estuvieron perdidos durante 40 días en la selva del Guaviare. Ni esa hazaña que terminó ocupando los titulares internacionales logró mejorar la imagen interna del presidente.
El director de Invamer, Martín Orozco, explica que esos números permiten hablar de que 20 de cada 100 colombianos que aprobaban su gestión al inicio, o que estaban a la expectativa, ya no la aprueban, y detalla que esas personas están migrando a la desaprobación en casi todos los casos.
“Se está dando un deterioro muy rápido en la expectativa que tenía la gente. Si sumamos aprobación y la desaprobación de agosto de 2022 faltaban 24 puntos porcentuales para el 100, o sea que había gente a la expectativa, pero ahora solo restan 6 puntos porcentuales para que se llegue al 100: quienes aprobaban al presidente han migrado a la desaprobación”, explica Orozco.
Los resultados de esa encuesta Invamer corresponden a un estudio que hace esa firma con recursos propios y no con la financiación de algún medio de comunicación en particular, y los datos fueron recabados entre el 16 y el 24 de junio, justo cuando la oposición convocó a marchas contra el Gobierno y el jefe de Estado estuvo de gira en Francia, donde se perdió de los reflectores de los medios durante dos días.
La evaluación de la opinión pública a la gestión de la vicepresidenta, Francia Márquez, tampoco es positiva. Solo el 26% de los encuestados manifestó tener una opinión favorable de la funcionaria, pese a que quienes tenían esa percepción de la segunda al mando de Palacio para agosto de 2022 equivalían al 54% de los colombianos. En números: la imagen positiva de Francia retrocedió 28 puntos porcentuales.
Por el contrario, la opinión desfavorable sobre la vicepresidente se situó en el 52% para junio, un ascenso de 34 puntos porcentuales desde el 18% que marcaba en ese indicador para hace diez meses que dejan ver que la base de apoyos a la también ministra de la Igualdad ha retrocedido.
Ante la pregunta “¿cree usted que las cosas en Colombia están mejorando o empeorando?”, solo el 19% de los encuestados señaló tener confianza de que la situación del país mejora (contrario al 33% que lo manifestaba así para agosto de 2022), mientras que el 70% expresó que la realidad país está empeorando (en contraste con el 48% de 2022).
Ese indicador muestra que el pesimismo se ha acentuado en la opinión pública, a pesar de las expectativas que suscitó el autodenominado “Gobierno del cambio”.
