La joven, que hoy tiene 36 años, habló con Q’HUBO sobre todo lo que ha sucedido desde que empezó a reunir cualquier prueba para dar con el paradero de Myriam, la mujer que por alguna razón decidió darla en adopción a una pareja germana que la crió con amor y empeño.
Pero como dicen por ahí, la sangre llama y es el caso de esta mujer que siente la necesidad de concluir esa parte de su historia, por lo que poco ha importado el tiempo, el dinero y la energía invertida en conocer sus orígenes.
“¿Por qué mi cabello es distinto al de ustedes?”
“Tenía más o menos unos cinco años y recuerdo que le pregunté a mi mamá ¿Por qué mi color de ojos no es azul? ¿Por qué mi cabello es distinto al de ustedes? Ahí mi mamá me explicó que había crecido en otra barriga”, cuenta Elisa sobre el primer momento en que supo que había sido adoptada, un dato de su origen que hizo eco a lo largo de su vida.
Según le contó a Q’HUBO, a los 21 años dejó de reprimir sus sentimientos y se sinceró con ella y con sus padres, Karen y Lorenz, sobre el deseo de conocer a su mamá biológica. La pareja la entendió y desde entonces la apoyó en lo que hoy, 15 años después, ha sido un camino con varias dificultades.
“Mis papás eran docentes y luego de que me adoptaron vivieron por cinco años en Bogotá”, de esa época quedan algunas fotos y el registro civil de nacimiento que revela las precariedades del sistema notarial, pues allí sólo se puede leer que su nombre de nacimiento era Yuri Herrera, su única pariente registrada es Myriam Herrera, su mamá, y que la joven nació el 17 de agosto de 1986 en Bogotá.
No hay datos de su padre, ni del hospital en que fue dada a luz y mucho menos algún documento de identidad de su única pariente, el único dato adicional es el testimonio de Benjamín Guayara Rodríguez, para ese entonces defensor de menores del hogar infantil Corazones de Colores, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf). Cuando tenía 23 años, en 2009, Elisa vino por primera vez a jalar de la delgada pita de pistas que tenía y contactó al Icbf, pero desde entonces no ha recibido una respuesta positiva de esta institución.
“Con esta es la cuarta vez que voy a Colombia de nuevo, he hecho varias cosas, pruebas de ADN a través de ‘My Heritage’ y ‘Family Tree’”, comenta Eliza sobre un viaje que tiene programado para la semana del 17 al 23 de junio y en la que espera dar con su familia de sangre.
La partecita que falta…
En 2018 Elisa vino al país para conocer un poco más de sus orígenes y su tierra, pero no lo hizo sola, vino con su esposo, John, y sus dos hijas, Nia y Lale, de 3 años y 17 meses, respectivamente, con ellos construye hoy su vida en Hamburgo (Alemania).
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“Yo también estudié docencia como mis padres y tuve la oportunidad de venir a Perú a hacer un voluntariado con niños pequeños, pero toda mi vida he tenido este sueño muy grande de reencontrarme con mi mamá, de conocer a toda mi familia, esto es muy importante para mi… no quiero tener 80 años y quedarme con esa sensación, quiero estar en paz en este capítulo de mi vida”, asegura ella.
No está sola en su lucha
A pesar de que hasta hoy su búsqueda no ha dado los frutos esperados, Elisa ha conseguido mover muchos corazones, no solo el de sus padres y su hermana, Julia, sino los de la Fundación Plan Ángel, que desde hace más de 20 años ha ayudado a decenas de niños adoptados de manera legal e irregular a reencontrarse con sus familiares, además en esta ocasión está recibiendo el apoyo del canal alemán ZDF, el cual está grabando un documental con su lucha por encontrar a Myriam.
Elisa hoy solo hace un pedido, quien tenga indicios de su familia, que por favor la contacte a través del 3022125700 de la Fundación Plan Ángel.