La solicitud de interceptar las líneas de dos de las personas que trabajaban para la jefa de gabinete, Laura Sarabia, llegó apenas un día después de que la jefa de gabinete denunciara un robo de dólares en efectivo en su casa.
Esa es la prueba reina con la que la Fiscalía General de la Nación busca comprobar que las “chuzadas” a dos exempleadas de Sarabia estaban directamente relacionadas con ese robo y con la intención de establecer quién había sido el responsable y si se atrevían a hablar con la prensa.
Pese a que la Policía alega que esas intercerptaciones ilegales solo se dieron por 72 horas, el ente acusador asegura tener pruebas de que las conversaciones privadas de la exniñera implicada en el caso, Marelbys Meza, fueron escuchadas durante por lo menos 10 días.
Según la línea de tiempo realizada por las investigaciones preliminares, el pasado 26 de enero un funcionario de la Dijín solicitó “chuzar” las líneas de Meza y otra empleada de la familia Sarabia.
Cuatro días después, el 30 de enero, otro uniformado de la Policía Nacional elaboró un formato en el que indicó que una fuente anónima aseguraba que las líneas celulares de la exniñera y de la otra persona pertenecían a alias La Cocinera y alias La Madrina, dos presuntas integrantes del Clan del Golfo. Con ese argumento, pidió formalmente intervenir esos números telefónicos.
“Finalmente, y con base en estos documentos, se indujo en error a un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, que ordenó intervenir las comunicaciones de las dos mujeres”, aseguró la Fiscalía.
Tras ser interceptadas, las líneas telefónicas de ambas mujeres fueron escuchadas y seguidas hasta el 9 de febrero, 10 días después de que se emitiera la orden.
Ese día, “el investigador de la Dijín pidió suspender la actividad porque no arrojaba información sobre el ‘Clan del Golfo’ y se escuchaban conversaciones personales. De esta manera, está plenamente establecido que la solicitud de interceptar las líneas de las personas que trabajaron para la jefe de Gabinete de la Presidencia de la República fue hecha un día después de que la señora Sarabia Torres y su esposo denunciaran la pérdida de 4.000 dólares”, concluyó el ente acusador.
Lo cierto es que ese último dato lanzado por la Fiscalía resulta al menos curioso, pues el monto de dinero que fue robado de la casa de Sarabia siempre ha estado lleno de contradicciones.
Desde el primer día, la exniñera dijo que la Policía la interrogó por la pérdida de 150 millones de pesos. Luego Sarabia salió a decir que eran alrededor de 7.000 dólares y ahora la Fiscalía dice que la denuncia fue por 4.000. ¿Al fin cuánto fue y por qué tantas inconsistencias con la cifra? Esa es una de las tantas preguntas del caso.