En la mañana de este lunes 15 de mayo la Alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se pronunció en una rueda de prensa para dar detalles sobre el aberrante caso de feminicidio de Erika Aponte en el centro comercial Unicentro al norte de la ciudad.
Claudia López indicó que la víctima había solicitado una medida de protección tres días antes de su asesinato. Las medidas a las que el feminicida debía acogerse eran:
“Que Christian cesara las intimidaciones, la instrumentalización de su hijo. No podía acercarse a la nueva vivienda, ni en su lugar de trabajo (…) La Policía de Soacha tomó contacto con Erika el viernes 12 de mayo y coordinó con ella como empezarían a darse esas medidas de protección”.
Afirmó la alcaldesa de Bogotá Claudia López.
Sin embargo, aún quedaban las dudas de lo que sucedería con el pequeño hijo de Erika, quien tiene 8 años de edad. Lópéz aseguró que el día en el que ocurrió el feminicidio, la Policía se dirigió hasta la residencia de Cristian Rincón, en la localidad de Usme, donde el menor se encontraba en compañía de sus abuelos.
Los abuelos del menor no dejaron entrar a la Policía
Cuando las autoridades llegaron hasta la vivienda la abuela del menor se negó a dejar entrar a la Policía.
“La Policía la entrevistó, pues fue quién acudió a abrir la puerta, pero nos manifestó que no iba a permitir que tuvieran acceso al niño. La Policía no tiene competencia para acceder a él, excepto que los mayores a cargo lo permitan«, dijo Claudia López.
La entidad encargada del proceso es el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), por lo que funcionarios de la institución acudirán durante el día de hoy hasta la vivienda para restablecer los derechos del niño.
“El defensor del ICBF ya se ha puesto en contacto con la Alcaldía y la Policía y el día de hoy realizará la diligencia de medida de protección sobre el niño”.
Puntualizó López.
