Con precios que suben más rápido que los salarios, a los colombianos les ha tocado sacar su mejor versión como gerentes de hogar y hacer rendir la plata.
Los alimentos son la obligación que más gasto exige y por eso las decisiones de compra están muy enfocadas en la canasta básica.
La consultora Raddar detalló que en enero de este año, de cada $100 gastados por las familias, el 32% se fue para la comida en promedio. Es por eso que los hábitos a la hora de hacer mercado están cambiando. Y el único objetivo es capotear el alto costo de vida que se siente desde 2021.
Una muestra de esta realidad, por ejemplo, se puede ver con el caso de Makro, una superficie comercial reconocida por su enfoque en los compradores mayoristas. Sin embargo, recientemente comunicó que aumentará las apuestas por las presentaciones más pequeñas.
“En medio de esta coyuntura, Makro Colombia (..) quiere mostrarle a los consumidores que también tiene venta de grandes marcas en tamaños pequeños, que desde hace años están disponibles en sus 22 tiendas a nivel nacional”, comunicó la compañía.
Una competencia feroz
Dicen los economistas que a la gente hay que darle lo que pide, de lo contrario las empresas estarían ofreciendo cosas que nadie busca y corren el riesgo de ser eliminadas en la carrera por liderar sus respectivos nichos de negocio.
Parece ser que Makro está interpretando esa realidad y no quiere quedarse atrás, más aun cuando compite en un sector con rivales pesados como el Almacenes Éxito, Corbeta, Olímpica y los formatos de súper descuento tipo D1.
Este último jugador se sumó a la conversación hace 14 años y en 2021 tuvo ingresos por $9,9 billones, ocupando el segundo lugar en el podio de las superficies de comercio más vendedoras (ver Para Saber Más).
Así las cosas, Makro comentó que “no solo busca ganar terreno en ventas al por mayor, sino que ahora busca continuar ganando en el mercado por unidad y tamaño pequeño, perfecto para las familias que no quieren gastar demás en 2023”.
La firma Nielsen ya había anticipado ese ajuste en las decisiones de compra y señaló que el 16% de los jefes de hogar en 2022 ya optaban por echar en los carritos presentaciones más pequeñas de varias categorías. Entre esas, aceites de cocina, alimento para mascotas y leche en polvo.
Precios producen infieles
Cuando Raddar presentó su más reciente informe de Gastometría, también resaltó que los consumidores se están convirtiendo en “cazaofertas” y buscan las llamadas marcas blancas, que son las que les pertenecen a los supermercados y generalmente tienen precios más bajos.
En eso coincidió Claudia Bustamante, economista e investigadora en temas afines al comercio, quien dijo que el elevado costo de vida ha provocado que los consumidores abandonen las marcas que tradicionalmente preferían.
“Definitivamente, los hábitos del consumidor cambiaron y el consumidor ya no es tan fiel a las marcas ni a los establecimientos donde solía comprar sus productos”, comentó.
“Además —añadió— se dedica a mirar qué productos pueden comprar en esas superficies especializadas en mayoristas, aunque le toque almacenar las presentaciones grandes de detergentes o toallas de papel, y cuáles productos puede comprar en otros lugares como plazas y tiendas”.
Según la información que le ha llegado desde el sector de los supermercados, el flujo de visitantes a esos espacios no ha mermado, lo que sí ha bajado es la cantidad de artículos que se llevan los compradores.
Precisamente, desde la óptica de la economista, eso se explica porque los jefes de hogar se están aprovisionando de frutas y verduras en las centrales de abasto y también complementan algunas compras en la tienda de barrio.
“Las tiendas siguen siendo el canal de reposición ¿cuáles son esos productos de reposición? Pueden ser el quesito, los huevos y las arepas, básicamente, los ingredientes del desayuno antioqueño”, explicó.
Por su parte, Jorge Madrid, gerente de la tradicional superficie Mercados Madrid, coincidió en que los tamaños pequeños están de moda: “Hemos visto que los clientes buscan productos de menor desembolso porque el tema inflacionario ha subido mucho los precios”.
Mencionó que la estrategia para mantener las ventas se seguirá basando en surtir las estanterías con las referencias que más rotan y a través de jornadas de promoción
Con precios que suben más rápido que los salarios, a los colombianos les ha tocado sacar su mejor versión como gerentes de hogar y hacer rendir la plata.
Los alimentos son la obligación que más gasto exige y por eso las decisiones de compra están muy enfocadas en la canasta básica.
La consultora Raddar detalló que en enero de este año, de cada $100 gastados por las familias, el 32% se fue para la comida en promedio. Es por eso que los hábitos a la hora de hacer mercado están cambiando. Y el único objetivo es capotear el alto costo de vida que se siente desde 2021.
Una muestra de esta realidad, por ejemplo, se puede ver con el caso de Makro, una superficie comercial reconocida por su enfoque en los compradores mayoristas. Sin embargo, recientemente comunicó que aumentará las apuestas por las presentaciones más pequeñas.
“En medio de esta coyuntura, Makro Colombia (..) quiere mostrarle a los consumidores que también tiene venta de grandes marcas en tamaños pequeños, que desde hace años están disponibles en sus 22 tiendas a nivel nacional”, comunicó la compañía.