Laura Lisette Duarte Ustman es una piedecuestana que lleva el amor por la danza folclórica colombiana y la cumbia en sus venas. Desde muy pequeña, mientras estudiaba la secundaria en la Escuela Normal Superior de Piedecuesta, dictaba clases a niños, jóvenes, adultos y ancianos. Sus padres le inculcaron el interés por los bailes, el teatro, la poesía y la pintura.
Fue así como se forjó una bailarina en potencia que logró un reconocimiento junto a su compañero de baile Chucho Saavedra al obtener el primer puesto luego de participar en la categoría mayores de parejas bailadoras de cumbia en el Trigésimo Octavo Festival Nacional de La Cumbia José Benito Barros Palomino, de El Banco, Magdalena, que se llevó a cabo el pasado 13 de octubre. Allí, junto a Laura, participaron cuatro parejas de Piedecuesta, Santander.
Además de bailarina de cumbia, Laura Lisette Duarte es Licenciada en Educación Infantil y docente en la Corporación Universitaria Minuto de Dios en el área de Licenciatura y Educación Artística.
“Somos piedecuestanos, somos santandereanos y queríamos dar a conocer de que también en Santander se baila cumbia”, sostiene Laura.
“Su majestad la cumbia. Yo creo que es un ritmo que despierta muchísimas emociones y sensaciones”, afirma Laura cuando habla del significado de este ritmo para ella, al igual que la melodía que produce la caña de millo, un instrumento musical aerófono que acompaña la cumbia. “Me pone los pelitos de punta”, dice Laura.
Cumbiamba Cachakera
Los costeños suelen llamarle ‘cachacos’ a todas las personas del interior del país que no pertenecen a su cultura. Por tal motivo, Laura Lisette tuvo la iniciativa de conformar este grupo de parejas bailadoras de cumbia bajo el nombre de ‘Cumbiamba Cachakera’ para demostrar que en Santander también se baila cumbia y de esta manera, rendir homenaje a este ritmo ancestral y triétnico, que evoca lo afro, indígena y español.
Este grupo nació en La Mesa de Los Santos, allí se comenzó a gestar como un proyecto de maestría a nombre de ‘La danza como estrategia interdisciplinar’.
“Allí comenzamos a generar espacios, momentos pedagógicos involucrando la danza en el aula de clase. Estos chicuelos son los que abren la Cumbiamba”, cuenta Laura de esta agrupación que ha recibido a niños desde los cinco años para comenzar su proceso formativo entre 2017 y 2018 cuando se encontraba culminando su posgrado. Sin embargo, luego de fortalecerse este proyecto artístico, Laura lo abarcó a todas las edades. “Yo creo que la cumbia es para todos”, enfatiza Duarte.
