En un concepto urbanístico se ha convertido el barrio Los Naranjos, de la comuna 7 de Bucaramanga.
Su fundación se remonta a los años 80, cuando se diseñó este sector de la Ciudadela Real de Minas.
‘Casa-apartamentos’, de tres pisos, dieron vida al barrio, cuyo nombre es aún misterio, pero muchos aseguran que hace 40 años, sus casas fueron levantadas en un inmenso lote de forma triangular, el mismo que existía en la zona en donde alguna vez funcionó una pista del otrora aeropuerto Gómez Niño y donde existía uno que otro ‘naranjo’, el cual le dio vida al nombre de esta Urbanización.
“Fue la tercera urbanización de La Ciudadela. Primero fue Plaza Mayor y Macaregua. Luego vinimos nosotros”, comentó Julio Medina, quien comenzó a vivir en las primeras casas.
El barrio está constituido por manzanas y callejones que le dan paso a la ruta de los transeúntes.
Este margen estrecho hace que la convivencia sea tranquila, amable y muy cordial entre vecinos.
Así se construyó la Urbanización Los Naranjos, que comenzó con 360 viviendas y que hoy ha dado un amplio desarrollo al comercio del sector.
Según William Duarte, actual presidente de la Junta de Acción Comunal, este es un barrio habitado por gente emprendedora.
“Es un barrio tranquilo. Aquí vive muchas personas de la tercera edad. Hay comercio de toda clase. Tiendas, supermercados, papelerías, peluquerías, panaderías y muchas más que ayudan al buen entorno del ciudadano”.
“Quien vive acá se amaña, pus está en una zona central de Bucaramanga y tiene todo a la mano”, comenta Duarte.
Y es que Los Naranjos, de estrato cuatro, tiene amplio desarrollo, pues colinda con urbanizaciones vecinas como Villas de San Valentín, Palmeras, Alameda Real, Centauros, Corviandi II, Samanes, Chicó II, Calle Real y Plazuela de Santa Clara, entre otras.
Este barrio se ubica entre la Diagonal 56 y la calle 63, con las carreras 3, 4 y 5. Posee más de 2 mil habitantes y dicen sus primeros vecinos que llegaron a comienzos de 1983.
Hoy, si bien el concepto de ‘town house’ quedó un tanto en el olvido por la multiplicación de edificios en La Ciudadela, el bario Los Naranjos no pierde su estilo clásico del ayer.
Las zonas comerciales: En la carrera tercera se ubica la mayor concentración del comercio de Los Naranjos. Los restaurantes como el Pícolo marca la entrada a varios sitios de comida del barrio. Allí también hay droguerías como Famisanar y grandes supermercados y panaderías que le dan el toque comercial a la zona.
Educación: Posee dos colegios o jardines para los niños de la zona. Su principal desarrollo educativo se da en los colegios que hay en el barrio Mutis y los de la Calle de los estudiantes. Ya en la parte profesional, muchos de los estudiantes se benefician de las Unidades tecnológicas de Santander.
Parque: Sus centros deportivos está ubicados en un sólo sector. Tiene dos canchas multifuncionales, gimnasios al aire libre para adultos, otros para la tercera edad y juegos infantiles. Hace dos años fueron remodelados. La comunidad es privilegiada, pero a la vez pide mayor atención en seguridad y convivencia por parte del gobierno, frente a sus escenarios.
Seguridad: Un problema que aqueja a esta comunidad. Aunque muchas personas dicen que la policía ronda el lugar, también llega la delincuencia a apoderarse de varios sectores. “Falta más apoyo de las autoridades y que las zonas, sobre todo las deportivas, tengan acompañamiento de la fuerza pública”, sostiene la comunidad.
Servicios: Hay muchas quejas frente a los andenes del barrio. Piden que se terminen y otros que tengan un mantenimiento constante. Además, el tema de las basuras en un problema que aqueja a la comunidad por la falta de cultura ciudadana.
Transporte: Es de los barrios, por estar en La Ciudadela, que tiene mejor servicio, pero solo por la calles principales. La queja se da por la falta de frecuencia en el SITM. También preocupa que varias zonas están ocupadas como bahías de servicio informal.
Vías: Tiene buenas vías en su interior. Las calles y peatonales gozan de ‘buena salud’, pero el inconformismos se da en la carrera tercera, donde varios huecos acompañan la movilidad que a diario afrontan los ciudadanos.
El Alumbrado Público preocupa
Frente a los procesos de modernización, expansión y renovación del alumbrado público en Bucaramanga, se tiene proyectado intervenir cuatro tramos viales, dos urbanizaciones y dos parques, entre ellos el de la Urbanización Los Naranjos. “Muchas luminarias deben ser cambiadas con tecnología. Aquí las promesas del Gobierno Local se le hicieron directamente a la comunidad por parte del Alcalde Juan Carlos Cárdenas, pero esta es la hora que todavía estamos esperando la intervención”, sostiene William Duarte, presidente de la JAC.
Dormir en las calles, el ‘pan de cada día’
Un problema que ya es recurrente y que a los vecinos los tiene incómodos son los habitantes de calle. En varios puntos y a cualquier hora del día llegan estas personas, ya sea a pedir o a quedarse durmiendo en cualquier sector del barrio. “Eso genera incomodidad. Además falta más intervención de la fuerza pública, mano dura por parte del gobierno y de los ediles de la comuna siete. Es de los barrios que en los últimos años, por parte de la Alcaldía, no le ha llegado ningún recurso”, dicen William Duarte.
El hacinamiento, un problema de convivencia
Hace cuatro años llegó al sector la estación de Policía del Sur de Bucaramanga. Lo que era un beneficio para muchos, en tema de seguridad, se convirtió para otros en un problema de convivencia. “en esta estación hay hacinamiento de personas que todos los días cometen delitos. La desazón con la comunidad se da porque detrás de la estación quedan algunas casas del barrio, donde hay ruidos, peleas y hasta reclusos que se intentan volar, dañando la sana convivencia. Hay un muro que divide las dos partes, pero se queda pequeño para poder darle solución al tema”, dice el líder comunal del barrio.
