Muy espiritual, guiada por la fe católica y siempre rodeada de buenos vecinos, así es la vida de
María Luisa Prieto Ávila, una santandereana, que desde hace 25 años tiene su negocio en el barrio Cristal Bajo de Bucaramanga.
Su tienda se llama La Fe en Dios, un lugar humilde, sencillo pero muy acogedor.
Lo crearon junto a su esposo Jesús María Rondón, quien ha sido el apoyo constante y un impulso para mantener el negocio.
Comenta que la tienda comenzó como algo pequeño y nunca se imaginaron tener mucho, pero con el paso de los años lo fueron consiguiendo.
“Iniciamos con una cajita de panela, azúcar y así con todo lo que se vendía en ese entonces; pero Dios nos dio todo para seguir adelante, tener una tienda maravillosa. A él y a los clientes les vivo muy agradecidos y siempre con el apoyo al levantarme”, comenta María Luisa.
La Fe en Dios
Así se llama la tienda y María Luisa le dio ese nombre pues representa el poner todo en manos del creador.
“Gracias a Dios estamos vivos, tenemos un negocio como estos y nos enseña a convivir con muchas personas”, dice.
Lo más importante de tener una tienda es poder adquirir con todos los clientes la paciencia todos los días, pero aquí la tenemos y le añadimos un poco de humildad y respeto”, manifiesta María Luisa de sus vecinos y amigos que a diario la visitan.
Cuenta que ellos son maravillosos y el éxito no es el dinero, si uno estar con Dios y así los clientes aparecen.
“Creo que no tengo la mejor tienda, pero tengo el amor del de arriba que es lo más importante. Trato de vender de todo en pequeñas cantidades y es por eso que se vende con amor”.
“Aquí abrimos todos los días de 6:00 a.m., a 10:00 p.m., y soñamos con darle continuidad a este lindo proyecto de ser tendero”, dice.
Finalmente apunta que gracias a su negocio tiene una linda familia; dos hijos y cinco nietos, y es por sus clientes y las ventas, que los sacó adelante.
Mis hijos ya están grandes y ahora quedan mis nietos. ‘La Fe en Dios’ me lo ha dado todo.
