La inflación siguió su escalada durante abril, a pesar de las medidas para controlarla.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló este jueves el dato de inflación. Como habían previsto analistas y el mismo Banco de la República, el dato siguió con su rumbo alcista y alcanzó 9,23% en su dato anual, convirtiéndose en el registro más alto en 21 años.
Estuvo impulsada por el costo de los alimentos y bebidas que, en este caso, rozó 26,1% y aportó 4,26 puntos porcentuales a la inflación anualizada.¿Qué está pasando?
El analista económico Germán Machado, magíster en Economía, explica que la cifra de inflación, que terminó siendo la variación anual más alta en 21 años, excede notablemente la previsión que tenía el mercado, lo que sugiere que, otra vez, el crecimiento de los precios está desbordado. El resultado es una terrible noticia por varias razones:
1. Una vez más, los precios están siendo jalonados al alza por los alimentos, los arriendos y los servicios públicos. El arroz, la leche, la carne y los gastos del hogar son lo que más aumenta, así que la presión en el bolsillo siguió creciendo. Aunque el crecimiento de los precios de los alimentos empezó a moderarse, sigue creciendo y ya ha golpeado con mucha fuerza a los hogares, especialmente a los más pobres.
“Con precios de los alimentos creciendo a más del 26% anual, veremos un aumento de las personas en pobreza extrema. Los pocos avances del 2021 en materia de pobreza se verán borrados en el 2022, considerando, además, que la inflación de los hogares pobres, vulnerables y clase media, el incremento del salario mínimo ya se quedó corto. Incluso, hay ciudades, como Bucaramanga, donde la inflación agregada ya pasó del 10%”.
2. En lo corrido del año, entre enero y abril, la inflación ya va en 5,66%. Es un número que en apenas cuatro meses prácticamente duplica la meta de inflación del Banco de la República y el supuesto de inflación que el Gobierno nacional tuvo en cuenta para su presupuesto del 2022.
“Esto hace que las expectativas de inflación sigan al alza para 2022 y 2023 y empiece a perder credibilidad de mediano plazo la meta oficial de inflación. Este elemento es muy grave pues podría alentar más inflación futura y además obligar a apretones en tasas de interés mucho más severos para controlar los precios”.
3. Con el panorama internacional incierto, la expectativa es que el IPC siga creciendo, al menos, tres meses más. “Sin duda, el crecimiento de los precios es el principal desafío económico para el bolsillo de las personas en el país”.
Alimentos impulsan al alza
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, afirma que el indicador continúo subiendo en términos anuales. Esto es resultado de una inflación mensual de 1,25 % y los culpables, si así se les pudiera llamar, fueron los alimentos que tuvieron una inflación de 2,75%, adicionalmente, los arriendos y los servicios públicos del hogar también aportaron de manera importante para la inflación de este mes.
“De esta manera, lo que estamos viendo es que, a pesar de que seguramente la inflación va a comenzar a ceder, esta reducción va a ser muy gradual y los efectos de cuello de botella que tenemos en este momento en el transporte marítimo internacional por una política de cero covid en China y por la guerra entre Rusia y Ucrania, van a mantener muy arriba los precios de los insumos y alimentos y por esto la inflación a pesar de que según nuestros pronósticos podría bajar un poco al finalizar el año, no va a bajar del 7,3%”.
Olarte estima que para el próximo año, dependiendo de lo que suceda con los precios de la gasolina que “ya hemos conocido que nos están subsidiando de manera importante y que deberían subir”, la inflación inclusive puede no bajar del 4% para el próximo año.
“De tal manera que debemos estar muy atentos y seguir sustituyendo bienes importados por bienes de consumo doméstico para hacerle frente a esta inflación tan alta”.