“Esta semana a mi nieto lo abordó un sujeto en las afueras del colegio y se lo llevó. Lo amenazó con un arma de fuego. El ladrón lo llevó hasta el parque Centenario. Allá le robó todo lo que tenía. Le quitó el celular, el bolso y hasta los libros. Este tipo de casos va en aumento”.
Este testimonio lo entregó Álvaro Riaño, quien tiene un nieto matriculado en el colegio Salesiano, localizado en la Avenida Quebradaseca entre carreras 11 y 12, uno de los entornos escolares más neurálgicos en materia de inseguridad en Bucaramanga.
A plena luz del día y a escasos metros de las aulas de clase decenas de consumidores de alucinógenos ocupan los andenes para ingerir e inhalar sustancias tóxicas. Deambulan desorientados, con estados de ánimo y de conciencia alterados que representan alto riesgo para la comunidad educativa.
Hablamos de un sector en donde las autoridades han descubierto actividades relacionadas con múltiples crímenes, como el comercio de autopartes hurtadas, la venta de estupefacientes y hasta homicidios producto de riñas.
En esta violenta y agitada zona de la capital santandereana, en la que por momentos pareciera que impera la ‘ley de la calle’, la comunidad educativa reclama mayor vigilancia y presencia constante de las autoridades de Policía y Gobierno Local.
Este mismo llamado se realizó desde otros dos entornos escolares considerados peligrosos en Bucaramanga: Calle de Los Estudiantes y afueras de la sede principal de la Escuela Normal Superior. Vanguardia recorrió los tres sectores en mención.
Alertan posibles raptos y abusos
El caso del estudiante retenido en las afueras del colegio Salesiano no es el único de este tipo en los entornos escolares de Bucaramanga. En pasados días se conoció otra denuncia similar, reportada en inmediaciones de la sede principal de la Escuela Normal Superior.
Los hechos acontecieron pasadas las 3:00 p.m. del viernes de la semana anterior, cuando el menor terminó su jornada de clases y se desplazó hasta un paradero de transporte público sobre la carrera 27, relató la madre de la víctima.
Minutos después llegó a este paradero un hombre, cuya edad se calcula entre los 50 años y los 60 años, quien simulaba ser una especie de líder religioso. Con una supuesta Biblia en sus manos se acercó hasta el alumno y así lo abordó para proceder a intimidarlo.
“El tipo lo amenazó y le dijo que tenía un arma en la cintura. Lo hizo caminar tres cuadras, y luego le quitó el celular. El niño quedó muy afectado. La Policía encontró a mi hijo, lo trasladó hasta un CAI y luego me informaron”, narró la madre del menor en medios locales.
Con apoyo de la Policía Metropolitana de Bucaramanga se revisan imágenes de sistemas de videovigilancia en el sector, entre otras labores de pesquisa adelantadas, para tratar de identificar características del individuo que retuvo y atracó al estudiante de la Escuela Normal Superior.
Comunidades educativas y familias alertan el crecimiento de esta modalidad de asalto en entornos escolares de Bucaramanga. Más allá de los hurtos, existe gran preocupación por posibles casos en los cuales los menores de edad puedan ser víctimas de abuso sexual o de “secuestro exprés”, como denominan las autoridades a este tipo de raptos.
“La seguridad en los entornos de los colegios está muy descuidada por parte de las autoridades. La Policía no hace presencia constante. Se ven algunos uniformados en la mañana, a la hora de ingresar entre 6:00 a.m. y 7:00 a.m., pero cuando los estudiantes salen no hay policías”, manifestó Álvaro Riaño, quien denunció la retención ilegal de su nieto en las afueras del colegio Salesiano.
¿Qué dicen las autoridades?
Q’hubo trató de obtener una declaración oficial por parte de la Secretaría del Interior de la Alcaldía de Bucaramanga frente a los recientes hechos denunciados por los padres de familia. Sin embargo, hasta el cierre de la presente edición no hubo respuesta alguna.
No obstante pusimos en conocimiento del Gobierno Local dicha modalidad de asalto que ahora sufren alumnos en los entornos escolares.
En la presente semana se ejecutó un operativo en la Calle de Los Estudiantes con el fin de intervenir problemáticas como el comercio de estupefacientes y el porte de armas. Gobierno Local y Policía aseguran que fortalecieron los patrullajes y la presencia en las afueras de planteles educativos.
“Presencia policial en las horas de entrada y salida de estudiantes, mano dura contra los expendedores de sustancias alucinógenas y personas que propician comportamientos contrarios a la convivencia, orden y control del espacio público, entre otras acciones fueron realizadas en un operativo interinstitucional adelantando en la Calle de los Estudiantes”, informó la Alcaldía de Bucaramanga.
En dicha jornada se incautaron 24 armas blancas y un arma traumática. Siete menores fueron conducidos a comisarías.
