Flor Berbeo, es una piedecuestana de 53 años, que trabaja de sol a sol en el Parque Principal del municipio. Durante 25 años esta mujer se ha dedicado a la venta de las famosas ‘papas pobres’ , chicharrones, patacones y demás comestibles, que se han convertido en las onces de los ciudadanos que transitan en el sector.
Con las ganas de salir adelante, llevar el sustento a su hogar, darle educación a sus hijos y atender las necesidades de un menor discapacitado, esta mujer cabeza de familia prepara los alimentos, que vende 2:00 de la tarde a 7:00 de la noche, frente al atrio de la Iglesia principal.
Berbeo es líder de Asovencorpi, una asociación que maneja las comidas ambulantes en el sector del parque, la cual se ha visto afectada por las problemáticas y sobre todo, campañas que se ejecutan para controlar el espacio público.
“Acá el espacio público es muy blandengue, estamos como cuando el papá le dice al hijo, le voy a pegar pero nunca le pone su tatequieto. Así está la gente aquí, como no ven autoridad, se vuelven sinvergüenzas y siguen llegando más”, manifestó Berbeo.
Los vendedores del sector afirman saber que ellos son un problema, pero no les parece justo que ahora las autoridades municipales quieran ‘limpiar’ y erradicar sus labores de venta, ya que ellos manifiestan ser personas correctas, que han cumplido con los deberes y derechos, durante años.
“Entendemos la problemática del espacio público, pero ellos no miran las necesidades de nosotras, somos un grupo en el parque principal de puras mujeres madres cabeza de familia, siempre se lo hemos dicho a ellos”, comentó la vendedora.
Los operativos y las autoridades
En uno de estos operativos se decomisaron 40 kilos de pescado, listo para la venta. Tal parece, que este alimento no se encontraba en las condiciones más adecuadas para ser expendido, pues su consumo podría causar alguna enfermedad.
Según Camilo Jerez, secretario de Seguridad y Convivencia, se busca que las personas no cometan más este comportamiento contrario a la convivencia y así de esta manera no sean sometidos a órdenes de comparendo por parte de la Policía.
¿Qué ha pasado?
Según los comerciantes informales desde la pandemia el nivel de ventas ha crecido, ya que muchos ciudadanos extranjeros han llegado a Piedecuesta a vender y ocupar el espacio público.
Ellos indican que la problemática no es culpa de las asociacione de venta informal, sino de los extranjeros que llegaron a hacer desorden y aumentar la inseguridad, en cuanto a robo, venta de estupefacientes y prostitución.
“El problema es la falta de autoridad, falta de policía sobre el parque principal de Piedecuesta, no somos los vendedores. Nos toca salir a las 7:00 de la noche por la inseguridad”, dijo Berbeo.
Actualmente la Alcaldía municipal sigue implantando estrategias y operativos para restablecer el orden y el espacio público en zonas estratégicas del centro como el Parque Principala la Plaza de Mercado.
Por esta razón muchos de los vendedores ambulantes temen por su economía, sus ventas y sobre todo, el sustento diario para su familia.
