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La historia de la casa ‘embrujada’ del barrio Altamira en Floridablanca

Tiene tumbas, lápidas, calaveras y hasta gigantes telarañas.

La casa de Carlos Alberto Duarte Romero no pasa desapercibida. Tumbas, ataúdes, calaveras, lápidas, arañas gigantes y otros objetos que parecieran terroríficos, adornan la vivienda esquinera en la calle 7 con carrera 15 del barrio Altamira, en Floridablanca.

Esta es la manera con la que Carlos y su familia celebran la fecha de Halloween, tarea que han realizado durante los últimos seis años.

Y es que desde el techo hasta las paredes están repletas de creatividad. Al menos cien calaveras hechas de yeso, y unas 80 tumbas, entre lápidas y cruces hechas de Icopor, así como un esqueleto sosteniendo un ataúd y arañas en gigantes telarañas, fueron fabricadas en esta casa.

Desde abril pusieron manos a la obra para, literalmente, disfrazar y embrujar la casa.

“La idea surgió para dar alegría a estas fechas, darles más alegría a los niños, decoro desde hace seis años para que esta tradición no se pierda”, cuenta Carlos.

Muchos tildan esta creatividad como algo malo, satánico, pero son más lo que se divierten al verla, al leer los nombres de las lápidas, entre los que están: Mario Neta, Benito Camelo, Zoyla Vaca, Armando Bronca Segura, entre otros.

“La decoración no es nada como dice la gente en sus comentarios, algo satánico, malo, es solo dar alegría, algo de distracción a la gente. Está relacionada con un cementerio, pero como puede ver, las lápidas no tienen nombres de personas del común sino graciosos para sacar sonrisas a la gente”.

Por estos días, son muchas las personas que se acercan a la curiosa casa para sacarse fotos, sobre todo en las noches cuando la iluminación le da un toque aún más lúgubre y los ojos de las calaveras se tornan rojos.

“Me agrada ver a la gente tomándose fotos, reír, hacer comentarios, dicen que muy bonito, como también pasa gente a decir que es malo. Personalmente no le veo lo malo, lo hago por distracción”, añadió Carlos.

Lo cierto, es que esta ‘casa embrujada’ se ha convertido en el centro de atracción no solo para los habitantes de Altamira sino para cientos de personas que, a través de las redes sociales se han enterado de la curiosa decoración y se ‘pegan la pasadita’ o para aquellos que van hacia el Cerro del Santísimo.

“La idea es de que nunca olvidemos estas fechas (…), la idea de decorar es para que todo el mundo se ría, para que vengan a disfrutar en familia, para que compartan un poco más.

“Cordialmente todos invitados, no hay problema para las fotos que se quieran tomar, las preguntas que deseen hacer, lo que sí les digo es que somos católicos, pero esto nada tiene que ver con las religiones o sectas, solo dar alegría”, finaliza Carlos, contando además que para el 31 de octubre busca repartir dulces a los niños que se acerquen a su casa.

Ahora, aunque no ha pasado Halloween, ya se prepara para vestir su casa de Navidad… Las luces seguirán iluminando la casa esquinera de los Duarte.

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