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Campesinos piedecuestanos emprendieron con un vino de mandarina

El producto hace año y medio tiene Registro Sanitario Invima y tiene certificado de Negocio Verde otorgado por la CDMB.

Han sido muchos años en los que Pablo Álvarez, su esposa Miriam Vargas y su hija Paula Andrea, han trabajo en crear un delicioso vino en las bellas montañas piedecuestanas.

Este producto es un referente y marca la diferencia porque no es de uva sino de mandarina, todo, para evitar que las tierras de la finca Miraflores en la vereda El Volador, que había comprado para salir adelante, le generaran más pérdidas que ganancias.

“Mi vino es de excelente calidad, porque si no lo fuera, no tendría el Invima y para eso le hicimos pruebas de todo. Además, mi hija es ingeniera química y ella me ayuda con muchas cosas”.

Pablo Álvarez.  

De mandarinas a vino

Hace casi 20 años Pablo, con mucho esfuerzo, pudo comprarse la tan soñada tierra, ahí empezó a cultivar las más ricas mandarinas, tan especiales, que son completamente orgánicas, dulces y de un color naranja muy brillante, pero aunque su producto era de excelente calidad, eso no era suficiente para que su cultivo le dejara ganancias.

Según cuenta, un bulto en aquella época podía costar 5 mil pesos, una miseria para todo el trabajo que conllevaba sembrar, cosechar, esperar, sacar el producto, mejor dicho, hasta le salía más barato dejarla perder, fue ahí cuando se le prendió el foco y decidió que de las pérdidas nacería su emprendimiento.

“Yo lo hacía primero manualmente y se le ofrecía a los amigos, a los familiares y vecinos y ellos me decían que estaba muy rico y que estaba perdiendo plata, por eso le saqué el Invima, compré aparatos y lo mejoré.

“Pensé en hacer tres productos: vino, mermelada o chocolatinas, el vino es lento, porque hay que fermentarlo y todo se demora mínimo 2 años, pero la mermelada es difícil de hacer y no dura”, contó Pablo.

Sobre ‘Reina de la Cuesta’

Jugo de mandarina y un porcentaje bajo de azúcar morena, son los ingredientes del vino ‘Reina de La Cuesta’. No tiene conservantes y cuenta con un 13,6% de alcohol.

La botella de pequeña cuesta $10.000; la mediana $18.00; y la grande, $25.000.

“Como dijo el anterior gobernador, Santander le compra a Santander y por eso me deben comprar a mí, porque nosotros importamos vino cuando aquí hacemos uno muy rico y sano como el mío”, acotó Álvarez.

Si desea contactarlos puede hacerlo a través del Facebook ‘Vino natural y artesanal de mandarina’, en Instagram como @VinoDeMandarina o por WhatsApp +57 311-296-1070.

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