Carolina Mendoza Reina es la fundadora de “Artesana”, una empresa que se enfoca en la pintura de figuras decorativas en resina, yeso y cerámica.
Esta mujer ofrece talleres y distribuye sus productos a nivel local y envía mercancías a otras ciudades del país. Además, cualquier persona puede inscribirse en el taller sin importar su nivel de habilidad.
“Aquí pintamos figuras, dicto talleres y todo lo relacionado con las pinturas. Hace tres años y medio estoy en este oficio”.
“Mi profesión es terapeuta ocupacional, yo no pude seguir laborando por una enfermedad que me dio y a raíz de eso pues siempre me llamó la atención la pintura, entonces empecé a tomar cursos, a prepararme, empecé distribuyendo pinturas, ya me empezaron a hacer pedidos”, comenta Carolina.
Su labor la inició en casa y luego emprendió en un taller que acomodó en la casa de sus padres.
“Han sido mi apoyo siempre. Acá distribuimos Imágenes de todo tipo: Milagrosa, Guadalupe, Inmaculado Corazón, alcancías decorativas, superhéroes, figuras africanas, jirafas, elefantes, ese tipo de figuras son las que manejo más o menos personalizadas” dice.
Su técnica está basada en el manejo en acrílicos o técnicas con translúcidos, técnicas de yadró, con pátinas, entre otras.
“Las personas pueden venir ya sea de 9:00 a.m. a 12:00 del mediodía o en la tarde antes de las 5:00 p.m. Acá consiguen todo, desde un pincel, yo les enseño a las personas con la técnica que yo pinto y ellos van teniendo su estilo”, añado Carolina.
Y es que cuando era niña, cuenta que le gustaba pintar pero no era muy entregada a esta labor. Con el tiempo tuvo ese amor por la pintura, siendo su mamá la mejor consejera.
“Me nació este arte y la técnica, ya más grande, cuando veía a mi mamá haciendo los cursos. Entonces ella me decía cómo aplicar los tonos y por ahí me encaminé y me quedó gustando muchísimo”, sostiene.
Para Carolina, la pintura es la mejor terapia para canalizar su proceso de una enfermedad que poco habla, pero que si busca dejar atrás y empezar a ver que sí se podía vivir del arte.
“Ahí voy. Ha sido fundamental el apoyo de quienes llegan a este taller, pues es un día donde ellos conocen de lo valiosa que es la pintura y para mí, continuar con un proceso muy bonito como es el arte de enseñar y que todo se vea bonito.
Finalmente comenta que a su taller cualquier persona puede llegar, así no tenga, ni conocimiento de coger un pincel.
“Acá yo le enseño desde cero y le garantizo que la o lo voy a sacar pintando muy hermoso. Depende de la pieza que ellos quieran, les dicto la clase que se puede dividir en varias sesiones”, puntualiza esta mujer.
