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La historia de Jineth y su hijo Jesús, quienes viven en el salón comunal del asentamiento Camilo Torres

Para quienes estén interesados en brindar su ayuda a Jineth y Jesús, lo pueden hacer a través de la cuenta Bancolombia 302-937109-50 a nombre de la fundación Mica Sonrisas.

El amor de una madre hacia su hijo es puro, sincero y leal. No importa la raza, ni el color de piel.

Este podría ser el caso de Jineth Ángela Meza Medina, una mujer de admirar, pues ella, con 43 años ha sido la luz, el oído y sobretodo el empuje para que a su hijo no le falte nada.

Su historia es digna de admirar y donde muchos, quienes conozcan su presente podrían ayudar.

Hace cinco años, esta mujer venezolana llegó a Colombia a buscar un mejor futuro para su familia; en ese entonces con su compañero sentimental y sus tres hijos, uno de ellos Jesús Alirio, quien marca el relato de esta noticia, esperando en un corte tiempo un desenlace ameno.

“Me vine de Venezuela por las condiciones de mi niño, para darle un mejor futuro. Dije que tenía que buscarle ayuda a Jesús en vida, a poder luchar por él y trato de hacerlo”.

“Él nació en Venezuela, allá vivíamos con el papá. Fue un parto bien, pero delicado. Tuve desprendimiento de placenta y eso le afectó su desarrollo. Me hicieron la cesárea y todo iba bien, pero los médicos me mandaron a hacerle un Tac y los especialistas le diagnosticaron hipoxia cerebral”, cuenta esta mujer, quien hoy desde el salón comunal del asentamiento Camilo Torres convive con su hijo.

Explica que los médicos no me aseguraban vida al niño. “Me decían que Jesús iba a quedar en estado vegetal, sin ningún movimiento. Que me acostumbrara a verlo así”, comenta entre lágrimas.

Al diagnosticarle la hipoxia, al niño se le desarrolló problemas de las hormona y tiroides, además hoy en día sufre una desnutrición severa, le dan ataques de epilepsia y convulsiona.

“Sé que ha sido difícil pero continúa aferrada a Dios. Llevo dos años como madre soltera, el padre se alejó de mí y llegué a Bucaramanga viviendo en hoteles, y ahora, en el asentamiento Camilo Torres, donde hace poco me sacaron porque no me dieron espera para pagar lo del arriendo”.

Por mi condición no puedo desprenderme de mi hijo, porque cada tres horas necesita alimento y si me alejo él lo siente y sufre”, argumenta Jineth, quien en la actualidad ‘vive’ en el salón comunal, donde allí tiene dos colchones, un coche para Jesús, la ropa en bolsas y el apoyo de líderes sociales de la comuna 4 de Bucaramanga.

Ayudemos a Jesús

Jineth Ángela es el motor de este niño que desde el vientre de su madre lucha por vivir.

Jesús Alirio Gelves Meza hoy tiene ocho años, no puede ver, no habla y no llora; solo escucha.  

Come y duerme las 24 horas como un niño frágil, pues por la displasia placentaria no lo deja crecer con normalidad.

“Cuando tiene un dolor se desespera. Cuando tiene sed le mojo los labios, porque el sólo toma líquido, pues ‘come’ por una sonda”, dice su mamá, quien añade que a él le hacen terapias, gracias a que tiene Sisbén y un subsidio de la Nueva EPS.

Hoy también necesita pañales, etapa tres, pañitos húmedos, cremitas para el cuerpo, leche como alimento fundamental y coladas y avena que le hace Jineth.

Un ‘ángel de la guarda’

Cuando conocieron la historia, la Fundación Mica Sonrisas comenzó a hacer un apoyo para Jineth y Jesús.  Iniciaron una campaña donde invitan a una cadena de solidaridad.

“Queremos destacar la labor titánica de una madre que ha cedido su propia vida para ponerla al servicio de su hijo, un niño de ocho años que carga con una compleja situación de salud procedente de una displasia placentaria que hoy le impide a él, entre otras, escuchar, hablar, alimentarse, moverse y crecer con normalidad”.

“Es por eso queremos que seas parte del mejoramiento de la calidad de vida de esta familia en aprietos. Invitamos a todos los profesionales de áreas de la salud y el derecho que quieran sumarse, desde su profesión, al mejoramiento de la vida de este niño y su mamá. También queremos que esta mamá tenga la oportunidad de tener estabilidad económica por medio de un emprendimiento que le permita estar con su hijo”, comentó Víctor Julio González Camacho, director de la fundación.

Esta semana, Mica Sonrisas consiguió un nuevo hogar para Jineth y Jesús, una casa en arriendo, pago por un año, para que ella y los suyos tengan un refugio, pero lo que se busca, con el apoyo de todos es poder conseguirle una vivienda digna y propia.

Para quienes estén interesados en brindar su ayuda a Jineth y Jesús, lo pueden hacer a través de la cuenta Bancolombia 302-937109-50 a nombre de la fundación Mica Sonrisas.

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