Desde este viernes 30 de abril, a las 8:00 de la noche, Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta entran en toque de queda extendido y ley seca hasta el lunes 3 de mayo, a las 5:00 mañana. La restricción también regirá en los municipios de la provincia García Rovira y en todas aquellas localidades del territorio santandereano cuyos mandatarios lo consideren pertinente.
Lo que se ha establecido como una ‘medida de choque’ para evitar un posible colapso de la red hospitalaria en el departamento, no restringe ni afecta el proceso de vacunación que se adelanta con la población priorizada en el Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19; es decir, las personas mayores de 65 años que tienen pendiente la aplicación del biológico este fin de semana quedan excluidas, pero solo para que puedan dirigirse hacia y desde el punto de inmunización sin ningún inconveniente.
De acuerdo con las autoridades, no está permitido realizar actividad física mientras rija esta determinación, a la cual en las últimas horas se unió Bucaramanga, quien en un principio había confirmado que no se acogería al confinamiento estipulado en el decreto 193 de 2021, expedido por la Gobernación de Santander.
De hecho, frente al tema, el alcalde Juan Carlos Cárdenas Rey, a través de su cuenta de Twitter, aclaró que “nos corresponde acogernos aunque sabemos que esta medida afecta la generación sostenida de empleo y el aparato productivo de Bucaramanga. Tengo certeza de que no podemos caer en el juego de la vida o la economía. Claramente desde la Alcaldía, basados en datos, trabajamos para contener el CVOD y al mismo tiempo reactivar la economía de manera sostenida. Cuidarnos es la única forma de evitar este tipo de medidas”.
Se espera que antes del 3 de mayo se programe un nuevo PMU para definir las medidas que regirán, por lo menos, durante las dos primeras semanas del mismo mes.
