Alrededor de cuatro veredas de la parte alta del municipio no tienen suministro de gas. Se trataría de El Mortiño, San Ignacio, La Despensa, y la parte alta de Aguablanca.
Esta situación los está llevando a un ‘callejón sin salida’, en el que deben talar árboles para poder cocinar con leña, afectando de esa manera el bosque natural, y su salud.
Fermín Quiñónez, líder rural de la parte alta de Floridablanca, contó que desde el 2014 están esperando la instalación del gas natural en la vereda San Ignacio y las demás de este sector. “Hemos hecho hasta lo imposible y nada, todavía seguimos esperando”, agregó.
A este llamado se le sumó José Nicanor Carvajal, de la vereda El Mortiño, quién afirmó que la compra del gas propano es insostenible para las familias del sector rural. “Unos pocos cocinamos con gas propano, pero nos estamos arruinando”, aclaró.
De acuerdo con las cuentas de los líderes rurales, un cilindro de gas, equivalente a 100 libras, cuesta 222 mil pesos y solo alcanza para mes y medio.
Por otro lado, si el campesino decide adquirir el de 40 libras, que sale por 105 mil pesos, solo le dura un mes. “En cambio, a nosotros nos pagan por ahí 3.000 pesos por un bojote de cilindro o perejil”, aclaró Fermín Quiñonez.
Esta situación los tiene ‘al filo de la pobreza’. Algunos señalan que ni siquiera les alcanza para la comida.
Solo promesas
De acuerdo con Quiñonez, han pasado tres administraciones municipales que le han prometido a este sector la instalación del gas. Por lo que espera que en esta sí se asignen, al menos, los recursos para esta obra.
Al respecto, la comunidad acudió ante la Personería de Floridablanca, entidad que permitió reunir a líderes rurales con la empresa Metrogas, para aclarar dudas sobre un posible proyecto.
“El Municipio conoce el proyecto, se lo hemos presentado, pero manifiesta que no tiene dinero para apalancarlo”, señaló Jennier Lara, jefe jurídica de Metrogas.
Al parecer, la administración tendría que aportar 300 millones de pesos, que es lo que cuesta comprar, transportar y distribuir la tubería a cada una de las viviendas.
Por otro lado, Lara aclaró que la alcaldía no ha solucionado la parte legal, que consiste en permisos de los residentes para intervenir los predios, la constitución de servidumbres y las autorizaciones a ambientales.