Un nuevo acto de desobediencia pacífica se registra en la Penitenciaría de Palogordo en Girón, pues los reclusos del pabellón número dos se unen frente a una queja colectiva para dar a conocer sus necesidades y problemáticas.
Mediante un comunicado, los reclusos anunciaron que, desde el pasado 8 de agosto, entraron en una ‘huelga’ indefinida “con el fin de que el Gobierno no siga más indolente con nuestros derechos humanos”, dice el escrito enviado a la Procuraduría General de la Nación, el 6 de julio.
Según Hernando Mantilla Medina, defensor de los derechos carcelarios en Santander, esta desobediencia consiste en la abstención de actividades de redención como áreas educativas y talleres, también el no consumo de alimentos, ni a las citaciones con abogados y a las respectivas audiencias.
“Ellos hacen esta queja para que les pongan atención, que no sean excluidos. Hay errores que para la justicia son delitos”, agregó el defensor.
¿Qué piden los internos?
“… Estamos muertos en vida, no tenemos ninguna opción de algún día reencontrarnos con nuestras familias en libertad, por las condenas que en la actualidad hay. Muchos de nosotros estamos condenados a 40, 50 hasta 60 años, sin esperanza de vida y aún lo que hace más grave la pena, durmiendo y comiendo en el piso…”, dice el documento.
Esta sería la principal exigencia, la revisión a sus condenas, pues consideran que una pena de 50 años ya es cadena perpetua, “no tienen ningún tipo de beneficios, ni domiciliaria, les toca pagarla completa”, indicó Mantilla.
Adicional a esta, se registran los constantes casos de negligencia en la atención médica, la violación de los derechos, el precario estado de los alimentos y la “mala administración.
“También agregan que no cuentan con un acceso a la educación gratuita, “los trabajos no son bien remunerados en las áreas de talleres, ya que solo es gratuito el bachillerato”.
Frente a esta situación, los internos esperan que se verifique el estado actual de cada uno, de aquellos que son adultos mayores y presos con una enfermedad terminal.
“Lamentablemente, esto es un negocio, la materia prima son los presos, pero son los más maltratados. Mientras no haya un estudio interno, una transformación real, seguirán en huelga”, señaló Mantilla Medina.
Según pudo conocer Q’hubo, al parecer el día de ayer estaba programada una reunión con la Defensoría del Pueblo, pero esta entidad nunca llegó, hecho que generó mayor inconformismo. Sin embargo, la Defensoría se refirió sobre este tema y dijo que no tenían conocimiento alguno frente a este encuentro.
