Por: Daniela Puentes
“Vi a lo lejos como el agua se entraba al local. Vi cómo el asfalto que se levantaba del suelo chocaba contra el portón del negocio. Hubo mucha impotencia. Comenzó a llover a las 5:30 de la tarde y solo hasta las 8:00 de la noche pudimos llegar al local”, comentó a Vanguardia Carmelina Gualdrón, propietaria de ‘La Hamburguesería de Danny’ en la carrera 30 con 86 del barrio San Martín, sobre el desbordamiento de una quebrada tras las fuertes lluvias del lunes.
Apenas lograron llegar a su negocio bajaron ‘los tacos’ para evitar algún problema con la electricidad y, con ayuda de los vecinos, quitaron los pedazos de pavimento que yacían en la entrada para poder abrir su restaurante y comprobar lo que tanto temían.
“El negocio se nos afectó bastante. El agua se metió y dañó las neveras, los electrodomésticos, las cocinas, el carro de perros calientes. El lodo estaba en todos lados. El mercado, la carne, las verduras, la papa, todo se perdió. Siente uno que todo se le derrumba”, comentó la mujer.
Con la luz del celular se alumbraron las labores voluntarias de los vecinos hasta las 3:00 de la mañana del martes 14. Al otro día, con el sol escondido levemente entre las nubes, se vio la magnitud del daño.
“Llegamos a limpiar. Con un poco más de calma pero con la misma tristeza. Sin embargo, cuando pensábamos en cerrar, nos comenzaron a contactar otros negocios, grandes y con nombre en la ciudad, para preguntarnos en qué nos podían ayudar”.
Carmelita cuenta con emoción en su voz que Hamburguesas El Garaje, La Gloriosa hamburguesería, otros negocios más y la Fundación Mica le ayudaron en los días siguientes a la emergencia no solo con insumos y dinero sino como voces de aliento.
“El Garaje nos trajo 100 panes, 20 libras de carne y otros productos. Varios negocios también se han acercado a apoyar. La Gloriosa compartió en sus redes la publicidad para que nos llegaran aún más ayudas y nos dio un aporte económico. Personas de Centroabastos nos donaron verduras, carbón. La Fundación Mica nos colaboró con insumos. Fue muy especial. Estuvieron pendientes de nosotros y el viernes ya pudimos volver a vender”, dijo Gualdrón.
Aunque falta arreglar el local que durante dos años ha albergado los sueños de ‘La Hamburguesería de Danny’, su dueña siente más tranquilidad porque pudo volver a atender el negocio.
“Abrimos el 14 de febrero de 2020. Como 20 días después llegó la pandemia. Nos tocó cerrar un rato, pero seguimos insistiendo. Ya estábamos saliendo a flote y llegó la inundación. De las caídas se aprende y el apoyo de la gente y de los negocios ha sido fundamental. Yo automáticamente pensé esto se cierra, no va más. Pero ellos llegaron a tenderme una mano amiga”, expresó.
Quienes quieran probar las hamburguesas que prepara Carmelita Gualdrón en su local, puede pedirlas a domicilio al número 3153917934.
Así se encuentra la zona
Una semana después, cuenta la propietaria del restaurante, aún hay escombros y lodo en las calles cerca de su establecimiento.
“Pedí a la Alcaldía que nos ayuden. Cuando hace sol, el polvo entra al local. Cuando llueve se vuelven a hacer charcos. Es terrible”, dijo Gualdrón.
Al respecto, Luis Ernesto Ortega, director de la Oficina de Gestión del Riesgo de Bucaramanga, indicó que las labores continúan en el sector y que en los próximos días habrá personal con maquinaria para recoger lo que falte.
En San Martín, indicó Ortega, “es donde más se ha trabajado y se ha hecho remoción. Entregamos 48 ayudas humanitarias. Nos falta poco”.
Sobre los interesados en enviar ayudas monetarias o en especie a los damnificados, el funcionario indicó que lo pueden hacer llegar a la Cruz Roja en su sede de la calle 45 con 9ª, cerca al parque Romero.