Cuatro puentes destruidos que dejaron incomunicados a las veredas Alizal, Los Arcos, Chiscapa y Vegas; 15 viviendas arrasadas en La Victoria, de la vereda Pirgua; docenas de campesinos que están perdiendo sus cosechas ante la imposibilidad de transportarlas; la caída de buena parte de la barranca entre el casco urbano de Tona y el Corregimiento de Berlín; serios daños en la infraestructura de Río Pescadero, además de daños en el talud que protege el casco urbano del municipio de Tona hacen parte de la radiografía que deja el crudo invierno en ese municipio.
De manera adicional hay emergencias en los barrios San Isidro y Los Sauces, así como en el punto denominado ‘El Limón’, en donde ha sido necesario evacuar a algunas familias que están en zonas de riesgo.
El dramático balance lo hizo el propio alcalde de esa localidad, Elkin Pérez Suárez, al tiempo que aseguró que ayer fue necesario declarar la ‘Calamidad Pública’ en este Municipio, mediante el Decreto # 049 de 2022.
Esta figura funciona como una estrategia para que los gobiernos Departamental y Nacional puedan hacer uso de los recursos y responder a las necesidades, en este caso, de la comunidad residente en Tona.
El Mandatario Local recordó que durante la noche del pasado 10 de mayo ocurrió una avalancha que recorrió desde la vereda el Gramal hasta la zona de La Victoria, a lo largo de varios kilómetros.
Las aguas socavaron al lado y lado algunos taludes y causaron las citadas emergencias.
“El río se desbordó llevándose parte de algunas fincas de sectores tales como Gramal, Solasquilla y Amarillo”, denunció Jacinto Mora, uno de los labriegos damnificados con la emergencia.
“Nos toca pasar los productos de nuestras siembras con una guaya, pero eso es muy difícil porque este sistema de transporte no es práctico”, precisó.
En otro sector, llamado La Curva, y en el barrio San Isidro, un punto cerca del casco urbano, detrás del Coliseo Municipal, conocido como ‘Puesto de Monta’, hay al menos 20 viviendas que debieron ser evacuadas. No obstante la orden de desalojo, algunas familias se niegan a dejar sus predios, tras la falta de un plan de contingencia en dónde pasar la noche. Allí urge la construcción de unos gaviones que le den firmeza a este sector.
Vale decir que el cuadrante aéreo de la Policía Metropolitana de Bucaramanga les realiza los monitoreos a las fuentes hídricas con el propósito de evitar emergencias y alertar a la comunidad ante cualquier situación.
Las autoridades aseguran que, al menos por ahora, el caudal de los ríos se ve en total normalidad, pero es importante estar alerta. La razón: el Ideam pronostica que las lluvias se mantendrán hasta junio próximo.