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En Piedecuesta, la salud quedó en total abandono

Tres meses es el plazo que se le dio a la Clínica Piedecuesta S.A. para abrir las puertas de los seis centros de salud.

Para recibir una vacuna o atención urgente por una herida profunda, una emergencia por una broncoaspiración, una quemadura por accidente casero o incluso un preinfarto, los habitantes de barrios El Refugio y Paseo del Puente II, así como de las veredas San Isidro, Umpalá, Planadas y La Esperanza, en Piedecuesta, deben recorrer largos trayectos que pueden tardar minutos o hasta horas.

Hace seis años el alcalde de turno de Piedecuesta, Ángel de Jesús Becerra, se encargó de cerrar su periodo de mandato dejando seis infraestructuras listas para la atención básica en salud en estos dos sectores urbanos y cuatro rurales. Se construyeron y se dotaron para ponerse en servicio, pero hasta la fecha esto no ha sido posible. Tanto ha pasado que es imposible no catalogar estas obras, que se contrataron en un mismo proyecto, como ‘elefantes blancos’.

Graves problemas

En el barrio Paseo del Puente II, en la zona del parqueadero de la ambulancia, dicen los mismos vecinos, se convirtió en guarida de consumidores de drogas. Los fines de semana llegan allí grupos de amigos a consumir bebidas embriagantes y estupefacientes, arman desórdenes que acaban con la calma.

Los problemas de humedad han afectado los inmuebles que permanecen bajo llave pero con vigilancia privada, contratada por la Alcaldía de Piedecuesta, para evitar que los delincuentes saqueen el mobiliario.

En el sector rural, las afectaciones locativas son más grandes, se evidencian desprendimientos del friso de los muros, goteras, manchas y hongos, incluso en uno de estos centros falta la construcción del pozo séptico.

La construcción del Centro de Salud de Planadas costó $341 millones y $150 millones su dotación; la de San Isidro $413 millones y $150 millones su dotación; la de Umpalá $386 millones y $151 millones su dotación; la de La Esperanza $176 millones y $150 millones su dotación; la del Paseo del Puente II $442 millones y $248 millones su dotación; y la de El Refugio $461 millones y $258 su dotación.

Esto quiere decir que, en total, se invirtieron $4 mil millones. Los recursos salieron de un giro que, en 2015, el Ministerio de Salud y Protección Social le hizo a la Alcaldía de Piedecuesta, producto de un saldo de cuentas maestras del régimen subsidiado.

¿Qué responde la alcaldía?

Yuly Sulay Núñez Lancheros, secretaría de Salud de Piedecuesta, confirmó que cuando el alcalde Mario José Carvajal inició su mandato no se encontró papelería que les permitiera avanzar en el proceso para la adopción de estas seis infraestructuras, a través de una IPS.

“Así que nosotros iniciamos el proceso para encontrar una IPS que cumpliera con los requisitos y la idoneidad y esta IPS es la Clínica Piedecuesta. Ya se firmó el convenio de asociación y el acta de inicio”, aclaró la funcionaria.

De acuerdo con Núñez Lancheros, la Clínica Piedecuesta recibirá estos centros de salud hará los arreglos y adecuaciones a las que haya lugar para ponerlos en servicio de la comunidad.

Dentro de los compromisos establecidos está la prestación de servicios en medicina general, toma de muestras de laboratorio clínico, toma de muestras de citología, odontología general, enfermería y vacunación.

El pasado 23 de febrero se seleccionó la oferta presentada por la Clínica Piedecuesta S.A. y el 3 de marzo se firmó el acta de inicio. El convenio de asociación tiene vigencia de hasta cinco años, pero se hará una revisión anual donde la Alcaldía determinará si continúa o no, con base en los hallazgos y evidencias.

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