Al marcar las cero horas del reloj en la Penitenciaría de Palogordo en Girón, 2.150 internos comenzaron una huelga de hambre indefinida. Un acto pacifico de manifestación para saciar su apetito de atención y humanidad.
En la madrugada del 21 de febrero los internos de la cárcel de mediana y máxima seguridad de Palogordo empezaron a protestar por tratos poco humanos, o como ellos indican, por la ‘política criminal’ implementada por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec.
Q’hubo tuvo la oportunidad de hablar con Hernando Mantilla Medina, defensor de los derechos carcelarios en Santander, quien explicó más a fondo esta situación.
Según el defensor la huelga se enfocó en la violación del artículo 42 de la Constitución Política de Colombia, que tiene que ver con el derecho a la familia y en este caso, a la negativa del ingreso de familiares y de ONG al penal.
“En septiembre de 2021 el Inpec sacó una resolución en la que prohibía el ingreso de visitantes mayores de 60 años y la visita a internos mayores de 60 años. Ya casi van dos años no se permite el ingreso de menores de edad y ellos están reclamando eso por el argumento cierto de que ya están vacunados”, comentó Mantilla.
Adicional a esta exigencia hay más, los internos dicen que el expendio está en déficit, ya que llevan mes y medio de este año y oficialmente este servicio no está abierto.
“Los alimentos siguen siendo un problema llegan en mal estado, en estado de descomposición, muy pocas cantidades. ”, indicó el defensor.
Por último están los traslados, los internos del penal dicen que cuando los trasladan a otras cárceles del país o de Santander, son tratados peor que animales.
¿Qué quieren?
Entre las peticiones del Movimiento Nacional Carcelario Palogordo, se destaca la normalización del ingreso de visitas familiares como la entrada de niños, adultos mayores, embarazadas, ONG y abogados. También el derecho a la salud.
Ellos exigen abastecimiento en el área de expendio, ya que durante la pandemia se subieron los precios y escasearon los productos. Al igual solicitan presencia de los entes de control en cuanto a higiene y saneamiento.
Por otra parte piden que se agilice el proceso de calificación de prisioneros, el mantenimiento a la infraestructura de la penitenciaría y sobre todo, que se les garantice el derecho al deporte y la recreación como herramientas de resocialización.
Aún no se sabe cuánto durará esta desobediencia pacífica, parece que los internos de Palogordo están esperando que se les brinde una pronta solución y una mejor calidad de vida a su estancia dentro del penal.
