Alrededor del 70% de las quejas y reclamos radicados por contaminación auditiva en Bucaramanga se originan a raíz de actividades realizadas en establecimientos comerciales.
Así lo indican las más recientes estadísticas de las autoridades que regulan este tema. En lo corrido de 2021 la alcaldía atendió un total de 785 denuncias y solicitudes por exceso de ruido.
Cerca de 250 reclamos fueron radicados contra establecimientos como bares y discotecas señalados de infringir los niveles de ruido permitidos. Más de 300 quejas se contabilizaron denunciando negocios que usualmente utilizaban bafles y altoparlantes para promocionar servicios y productos.
El resto de peticiones que se presentaron en 2021 se originaron por actividades industriales y en talleres de carpintería, mecánica, entre otros, e igualmente debido a obras de construcción.
A través de la Secretaría de Salud y Ambiente de la Alcaldía de Bucaramanga se hicieron requerimientos e inspecciones en más de 400 negocios. En total, sumando los controles en empresas y construcciones, se llevaron a cabo 494 intervenciones y verificaciones.
Persiste el desorden
A pesar de las advertencias y requerimientos de las autoridades, en sectores de ‘rumba’ como el caso de Cabecera aún se reportan infracciones y desatenciones por parte de establecimientos comerciales.
Luego de insistentes quejas de la comunidad, en las últimas horas la Policía Metropolitana de Bucaramanga suspendió temporalmente un bar localizado en la calle 52 con carrera 34.
Ante los reiterados incumplimientos por parte de administradores y propietarios de negocios nocturnos, esta semana se hizo un llamado de atención a los comerciantes y se llevó a cabo una mesa de trabajo para dejar en claro cómo se deben organizar eventos como conciertos.
Melissa Franco, secretaria del Interior de Bucaramanga, informó este jueves a Vanguardia que “convocamos a los responsables de este tipo de establecimientos en ‘Cuadra Play’, Zona Rosa y en la vía Palenque – Café Madrid. Socializamos la normativa para eventos que van más allá de las actividades permitidas en negocios, como el caso de los conciertos, considerados como espectáculos públicos.
“Fue un llamado al orden. Reiteramos el mensaje para bajar el volumen. Los comerciantes pusieron en marcha adecuaciones para insonorizar negocios y diseñan estrategias para contrarrestar desórdenes, como mayor personal de logística, convenio con empresas de transporte para prevenir alteraciones en la movilidad”, agregó la funcionaria.
El año pasado se impusieron cierres temporales en cinco establecimientos comerciales, que no acataron los requerimientos del Municipio y persistieron en el exceso de ruido.
Cerca de 200 operativos de inspección y vigilancia se ejecutaron en las zonas neurálgicas por actividades de ‘rumba’ y consumo de licor durante la pasada vigencia. Hablamos del Centro, Girardot, Zona Rosa, ‘Cuadra Play’, alrededores de la UCC, parque Las Palmas y Asturias.
Diagnóstico en ‘Cuadra Play’
En este sector, comprendido entre las carreras 34 y 35 con calles 48 y 49, desde finales del año pasado se emprendió un estudio para medir y determinar con precisión el grado de contaminación auditiva que existe y los posibles riesgos que representa para la población.
“Como fase inicial se diseñó un plan de monitoreo junto a la CDMB, para realizar un diagnóstico de las condiciones acústicas del sector, desde los componentes de medición de ruido ambiental, ruido de emisión y ruido de inmisión”, informó la Secretaría de Salud y Ambiente.