A principios de enero llegó la Kinkajú, como también es conocida. Desprotegida, temerosa y con el hocico destrozado fue recibida en el Centro de Atención y Valoración, CAV.
Allí, se identificó que el animalito tenía el labio superior destruído casi en su totalidad, los huesos de las fosas nasales expuestos, una progresiva infección y un avanzado estado de desnutrición, razón por la cual no tenía muchas esperanzas de vida.
Al parecer, el animal fue víctima de un violento ataque, con arma cortopunzante, por parte de personas, de las cuales se desconoce su identidad.
Así fue la cirugía
A ‘Panchita’, como fue bautizada, se le aplicó un tratamiento de antibioterapia para controlar la infección que tenía en su hocico y paralelo a ello se efectuó el proceso de nutrición pertinente.
Luego, al superar la infección, se llevó a cabo la cirugía de labios y demás partes del hocico que presentaba heridas.
Juan Sebastián Mejía, médico veterinario encargado del CAV, sostuvo que “el procedimiento de cirugía plástica no es común en estas especies”.
Asimismo, explicó que se desarrolló una técnica de avance en ‘H’, que consistió en tomar la parte de los cachetes y estirarlos hasta cubrir la parte superior del labio. Finalmente, se realizaron las suturas correspondientes, y se trató la fosa nasal que estaba expuesta.
De regreso a su hogar
La martucha ha evolucionado satisfactoriamente. Se espera que recupere su locomoción total y continúe alimentándose para contribuir con su fortalecimiento integral, con el fin de proceder a la liberación en su hábitat natural.
Actualmente ‘Pachita’ pesa 1.7 kilos y mide 70 centímetros.
Ante este caso, Juan Carlos Rreyez, director general de la Cdmb, hizo una invitación a la comunidad para que no atenten contra la vida de la fauna silvestre, “respetemos los espacios que ellos como seres vivos tienen en este planeta, son muchos los casos que diariamente tenemos que vivir en el CAV de las agresiones que recibe nuestra fauna”.
