La idea de que Colombia migre a una economía no extractivista, para algunos expertos, afectaría al sector de hidrocarburos y tendría consecuencias en las finanzas públicas y el desarrollo regional.
Cortar de tajo la exploración petrolera, por ejemplo, tendría efectos negativos en los departamentos, pues el 3,62 % del PIB de Santander depende de los minerales, incluido el petróleo, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane.
“Las empresas de la industria del petróleo y gas le representan al departamento, en promedio, un billón de pesos en compras de bienes y servicios locales al año, recursos que han promovido la competitividad local y dinamizan la economía de Santander”, señaló Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas.
El experto indicó que otro peligro mayor que supone detener la exploración es la posible pérdida de las regalías que genera el sector minero energético y que son fundamentales en el presupuesto de Santander.
“Para el bienio 2021 – 2022 se tiene presupuestado que en asignaciones directas del Sistema General de Regalías, Santander reciba $281,5 mil millones, que representan el 7% del total nacional de las asignaciones directas presupuestadas para este período. Estos recursos apalancan importantes iniciativas sociales y ambientales en beneficio de la región y sus habitantes y se verían considerablemente afectados”, indicó Lloreda.
El mismo análisis lo hizo Fedesarrollo, quienes indicaron que “los recursos por regalías caerían en cerca de 6.700 millones de dólares entre 2024 y 2030. Es decir, US$930 millones anuales promedio menos, que son unos 3,5 billones cada año para Colombia”.
Para Amylkar Acosta, exministro de Minas es más que claro la disminución casi total de dichos recursos por regalías en el escenario planteando.
“Los departamentos y municipios reciben en promedio $10 billones anuales por concepto de regalías, que no habría otra fuente de ingresos en el corto y mediano plazo que pudiera suplir esos ingresos que se dejarían de recibir”, dijo Acosta.
De acuerdo con Fedesarrollo, se estima que entre las consecuencias de suspender la exploración de hidrocarburos estaría la caída de al menos US$6 mil millones promedio anual entre 2023 y 2030 por exportaciones.
También se habla de disminución en la inversión extranjera directa de mínimo US$2.800 millones en promedio anual durante el mismo periodo, con las consecuencias naturales en la tasa de cambio.
“El Producto Interno Bruto no crecería a un ritmo promedio de 3,3% real entre 2022 y 2030, sino que lo haría a una tasa del 2,8% (medio punto porcentual menos) viéndose afectado principalmente en la última parte de la década”, indicaron fuentes de Fedesarrollo.
Para los expertos, al ser Santander uno de los departamentos con más producción petrolera del país, las afectaciones irían incluso más allá de la pérdida en regalías, pero estas serían imposibles de calcular.
En términos de empleo, por ejemplo, en 2020 las empresas de la industria presentes en Santander generaron 9.576 empleos, de los cuales 63% correspondió a mano de obra calificada, y de ellos el 72% fue contratación local.
“El funcionamiento de la refinería de Barrancabermeja se vería en riesgo, porque al no explorar y producir petróleo se tendría que importar y el proceso sería mucho más costoso y no sería necesaria tanta mano de obra”, explicó presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas.
