Basura, elementos químicos, residuos de construcción, bacterias, materia fecal y, en general, todas las inmundicias que cualquier persona se pueda imaginar, se detectaron en la casi totalidad de las fuentes hídricas del municipio de Floridablanca, tras un recorrido técnico liderado por la Personería de ese municipio.
De acuerdo con la jefa del citado ente del Ministerio Público, María Margarita Serrano Arenas, estos afluentes son generadores de malos olores, enfermedades respiratorias y de la piel e incluso de los criaderos del zancudos que transmiten el dengue hemorrágico.
Al tiempo que calificó esta situación como “un grave problema ambiental” para el municipio y en general para toda el Área Metropolitana de Bucaramanga, dijo que “las quebradas se han convertido en unas cloacas”.
Es más, denunció que las humildes familias que residen en sus orillas, muchas de ellas migrantes o desplazadas por la violencia, están expuestas al contagio diario de enfermedades por los olores nauseabundos y los desechos que allí se descargan de manera indiscriminada.
Citó el caso de la Quebrada Suratoque, al lado del asentamiento humano El Páramo, sobre la Transversal Oriental: “Allí el color de las aguas es gris y los olores son demasiado ofensivos”.
“Como si fuera poco, este sector es el hábitat de personas en situación de calle y drogadictos que improvisaron allí sus cambuches y lo convirtieron en un auténtico basurero”, según consta en el reporte que se hizo de la visita técnica hecha a ese lugar.
“Allí encontramos basura, frascos de pegante, ropa destrozada, colchonetas empapadas de agua, cartones, trozos de chancletas, papeles, algunos documentos de identidad, pedazos de muñecos, colillas, cobijas viejas y sucias y otra cantidad de cachivaches”, reza el diagnóstico.
Por los lados del sector de la urbanización Bucarica, tras la inspección hecha, se siguieron detectando habitantes de calle y viciosos entre matorrales, ranchos improvisados, desaseo y olores putrefactos.
De igual forma, en el sector de Juan Pablo Segundo, a la orilla de la quebrada Las Batatas, se levantan unos 32 ranchos, cuyos habitantes dicen ser desplazados de la violencia, lo que representa un inminente peligro para estas humildes comunidades.
“Unos 120 niños, jóvenes, adultos y adultos mayores pasan allí sus días y sus noches en unas condiciones realmente indignas, a la espera de que el gobierno los reubique o que la quebrada genere una tragedia de grandes proporciones”; eso se lee en el informe hecho tras la visita técnica.
“Nos habían contado muchas cosas con relación a las quebradas de la ciudad, pero se quedaron cortas con la realidad. Al visitarlas nos enfrentamos a una cruda realidad que, desafortunadamente, aún no cuenta con dolientes pero que, con el paso de los días, disminuye más la calidad de vida de muchos seres humanos y, de no actuar pronto las autoridades competentes, seremos todos los florideños los que nos afectaremos por los malos olores y la calidad del agua”, señaló la Personera.
Tras detectar estos resultados desalentadores de contaminación de los afluentes, es preciso buscar soluciones que mejoren la calidad de vida de los niños, jóvenes, adultos y adultos.
También se les hace un llamado a las autoridades ambientales para que tomen cartas en el asunto y frenen, de tajo, los serios problemas que se evidencian en las fuentes hídricas del municipio de Floridablanca.