En el corazón de Zapatoca, la Casa Pichincha, ahora conocida como Casa Bayona Rodríguez, se ha transformado de una reliquia en deterioro a un ícono cultural y patrimonial. Esta majestuosa casona abrió sus puertas recientemente con una exposición del maestro Carlos Serrano, consolidándose como un espacio dedicado al arte, la tradición y la memoria.
El arquitecto William Salgado Vuelvas, especialista en conservación y restauración del patrimonio arquitectónico, fue el encargado de devolverle la vida a esta joya histórica ubicada en la Carrera 9 #20-56, en el costado noriental del plaza principal del municipio. Con dos décadas de experiencia en proyectos emblemáticos como el convento de Santo Domingo y el Baluarte de Santo Domingo en Cartagena, Salgado trajo su experiencia para enfrentar los múltiples desafíos de la restauración en Zapatoca.
“La casa presentaba graves patologías: desprendimientos de pañetes, carpintería deteriorada, filtraciones de agua y los estragos causados por las palomas”. Sin embargo, estas dificultades revelaron tesoros ocultos, como un muro de piedra de 1835, similar al de la Parroquia San Joaquín de Zapatoca.
El renacer de la Casa Bayona Rodríguez
El proceso de restauración no solo recuperó la estructura física de la casa, sino que revalorizó su historia. Cada detalle fue trabajado con la intención de conservar su esencia original, desde los muros hasta el patio que hoy alberga eventos culturales. “El objetivo no era simplemente reparar, sino sensibilizar sobre la importancia de preservar edificaciones históricas”, explicó el arquitecto.
La reapertura de la casa como un espacio cultural regala un nuevo ícono a Zapatoca. La exposición inaugural, que contó con las obras del reconocido artista Carlos Serrano, atrajo a visitantes de toda la región, quienes quedaron maravillados por el encuentro entre el arte contemporáneo y el patrimonio histórico.
Para el arquitecto, cada grieta, capa de pintura desgastada, y detalle restaurado es un testimonio de nuestra identidad y una invitación a valorarla.
