Miles de habitantes en Acapulco (Girón) y Mesa de Ruitoque (Piedecuesta) sufren una verdadera emergencia debido a la falta de agua potable. Algunas de las familias afectadas completan 10 días sin recibir una sola gota, según las denuncias.
Desde comienzos del presente mes, miles de hogares en estas dos comunidades enfrentan múltiples afectaciones debido a problemas que se registran en el suministro de agua potable. Ellos denuncian fallas en el servicio de acueducto que presta la empresa Aqualia.
Hablamos de dos comunidades que no tienen agua para preparar alimentos, tampoco para su higiene y su aseo. Muchos de estos hogares literalmente ya no tienen agua ni para lavar la ropa. En muchos casos la emergencia reviste mayor complejidad, como en aquellos hogares en los que solamente viven personas mayores.
“Solo han enviado dos veces un ‘carrotanque’”
Tal es la situación de María Luisa Rueda, de 78 años, quien vive junto a su esposo, de 90 años, en la manzana 40 de la vereda Acapulco. Ella relató a Vanguardia cómo ha logrado “sobrevivir” en medio de esta emergencia por las fallas reportadas en el sistema de acueducto de Aqualia.
“Hoy cumplimos 10 días sin tener ni una sola gota de agua. Para preparar alimentos nos ha tocado ahorrar dos pimpinas de agua que trajo una hermana desde Bucaramanga. Un vecino, que tiene piscina, también nos ha regalado agua. El 24 de diciembre un familiar nos llevó a su casa y allí nos pudimos bañar. Ya no tenemos ropa limpia. Y pagamos uno de los servicios más caros del país. Mensualmente la factura de Aqualia nos llega por $180.000 o $200.000″, manifestó Rueda.
En Acapulco, zonas como Patagonia y Tanque Azul son las más perjudicadas. Debido a que se encuentran en terrenos relativamente altos, no alcanza a llegar el agua. En varias manzanas de la vereda no llega una gota de agua desde hace más de una semana.
Los menos afectados por esta emergencia reciben agua entre dos y cuatro horas diarias, durante las madrugadas. Es decir, los residentes se ven obligados a interrumpir sus horas de sueño y descanso para levantarse a recolectar agua, ya que en el resto del día carecen del suministro del líquido vital.
Como plan de contingencia, Aqualia dispuso de un camión cisterna para llevar agua a sus suscriptores. Sin embargo, las comunidades se quejan y advierten que dicho ‘carrotanque’ no pasa con frecuencia, y que tampoco tiene suficiente capacidad para abastecer de forma oportuna a la población.
“Estas fallas comenzaron desde finales de noviembre pasado. Desde entonces el ‘carrotanque’ solo lo han enviado dos veces, para abastecer un asilo que hay en el sector. Pero a los vecinos nos toca salir hasta donde está el carrotanque, porque no pasa casa por casa. A nuestra edad no podemos salir corriendo detrás del camión, ni tampoco cargar baldes llenos de agua. Solicitamos la ayuda de todas las autoridades para sobrevivir a esta emergencia”, fue el llamado realizado por María Luisa.
Habitantes de la vereda Mesa de Ruitoque también enviaron solicitudes formales ante las alcaldías y la Gobernación de Santander, con el objetivo de que se dispongan más camiones cisternas para atender a los afectados y se construya la infraestructura necesaria que se requiere para abastecer con suficiencia a la población.
“Aqualia suspende el servicio hasta por ocho días y cuando retorna lo deja solamente por dos horas, sin permitir que muchas familias alcancen a utilizar y almacenar el líquido, porque se acaba. En el sector dePinares, por su terreno irregular, no alcanzan a llegar el agua a las casas, por fallas en el diseño de la tubería”, denunció Isaías Flórez Flórez, habitante de Mesa de Ruitoque.
Son más de 2.000 suscriptores de Aqualia los que se encuentran afectados en estas dos veredas de Girón y Piedecuesta. Se calcula que alrededor de 10.000 personas están afectadas por esta situación.10 días sin agua: desespero e indignación en veredas de Girón y Piedecuesta
¿Qué dice Aqualia?
Por medio de un comunicado oficial, Aqualia aseguró que puso “en funcionamiento cuatronuevas estaciones de bombeo, dotadas de tecnología de punta, que incrementaránel volumen de agua potable distribuida en los sectores de Acapulco y Ruitoque. Estainversión permitirá resolver de manera permanente los problemas de baja presiónque históricamente han afectado a esta región”.
Pese a lo afirmado por Aqualia ante medios de comunicación, las dos comunidades afectadas manifiestan que los problemas persisten, motivo por el cual en la mañana de este jueves salieron a las calles a protestar. Los afectados bloquearon la vía principal que conduce hacia Acapulco y Ruitoque.
“El proyecto incluyó la adquisición de ocho electrobombas, ocho motores de impulso, cuatro tableros eléctricos, un transformador y otros accesorios necesarios para la modernización del sistema. Gracias a estas mejoras, se logrará un aumento en el caudal de 20 a 45 litros por segundo, lo que ayudará a satisfacer la alta demanda de agua que se presenta durante las temporadas vacacionales, cuando la población residente se duplica”, explicó Aqualia.
Las comunidades afectadas también solicitan la intervención y el control de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, con el objetivo de que se corroboren las afirmaciones emitidas por Aqualia y se realicen requerimientos ante las fallas reiteradas en el suministró del líquido vital.