No se había superado un duelo cuando llegaron tres más a una familia del ‘municipio garrotero’, a causa del invisible -pero letal- COVID-19. En esta oportunidad, cuatro hermanos, provenientes de Piedecuesta, perdieron la batalla contra el virus.
La historia inició cuando el policía Juan Pablo Leal, se contagió mientras trabajaba en las manifestaciones enmarcadas en el Paro Nacional, que se desarrollaban en Bogotá. Al agravarse, fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos de la capital del país, en donde luego de luchar por varios días finalmente perdió su batalla.
El cuerpo fue trasladado a Piedecuesta y allí su familia lo acompañó para darle el último adiós. Pero no contaban con que otros miembros resultarían también contagiados; tal y como sucedió con tres de sus cinco hermanas, cuya lucha, también dejó amargas noticias: tres de ellas no soportaron los fuertes síntomas.
Gloria Amparo Leal, hermana de los fallecidos, contó el dolor con el que ha estado estos últimos días a causa de este triste suceso. “Nos fuimos al entierro de él y a pesar de que tomamos todas las medidas de bioseguridad, cinco de mis hermanas se contaminaron y lamentablemente el 7 de julio, mi primera hermana, Carmen Felicia Leal, murió”, dijo.
Así mismo, Marisol Díaz Jiménez, prima de las víctimas, también relató cómo se vivió este momento e hizo un llamado a los ciudadanos para continuar con los autocuidados.
“A él le dio primero una gripa, una tos… y hubo un momento en el que ya no podía respirar. Ya después me llamaron y me dijeron que había fallecido él y otra prima hermana de mi primo Juan Pablo. Eso fue muy doloroso porque había dos más en cuidados intensivos. Hay que cuidarnos mucho porque esto sí es verdad. Si no nos cuidamos, poco a poco se van desintegrando las familias”, finalizó.