Al pasar por la carrera 4 de Piedecuesta, usted encuentra restaurantes y sazones para todos los gustos, pero sólo hay un puesto que se le ocurrió ofrecer arroz con pollo al estilo barranquillero.
Oriundo de Santander, pero con varios años de residencia en ‘la arenosa’ y un sutil acento ‘fresqueado’, Anderson Mantilla Cárdenas es el cocinero detrás de esta promoción perfecta para hacerle trampa al almuerzo.
“Hace poco nos mudamos con mi hermano acá para acompañar a nuestra abuelita de 82 años. Yo trabajo con ventas en línea, pero dispuse mi horario para atender este negocio ya que la situación no está fácil” relató el emprendedor del arroz.
Quienes pasan por la zona se quedan viendo su llamativo letrero que dice: “Arroz con pollo + limonada a $5.000” y muchas veces la curiosidad le puede al hambre. Tal es el caso de Misael Ávila, motorizado que recién se animó a probar la sazón de Mantilla.
“Está muy rico y con poca plata pude llenarme, además es más sano que un frito” opinó Ávila. Precisamente la salud es uno de los principales motivos por los que este platillo es sólo con pollo, sin embutidos.
Eso sí, el ‘toque quillero’ no puede faltar. Anderson explicó que “en Barranquilla este arroz se come con muchos vegetales como pimentón, habichuela, cebolla, zanahoria y deben ser picados en julianas”.
Aunque este local no lleve años, en el poco tiempo que lleva abierto ha seducido los corazones de estudiantes que salen del colegio y también a universitarios que no tienen el suficiente tiempo para cocinar. Es por eso que Mantilla está equipado con platos, cucharas y limonada ‘en bolsita’ para que disfrute del ‘almuer’ a donde vaya.
Para quien posee un buen apetito, el chef callejero dispuso una serie de adicionales del día para complementar la ración. El huevo cocido es un fijo, por mil quinientos puede agregarlo a su plato.
También hay una opción de proteína extra. Cada día varía entre carne desmechada, alitas, pollo frito o albóndigas sudadas y todas tienen un costo de dos mil pesos extra.
La gran cantidad de preparaciones y la atención al cliente es algo que este emprendedor lleva en la sangre, debido a que su familia siempre se ha vinculado con la administración de restaurantes.
“Toda la vida he sido cocinero y tengo clara la preparación de los ingredientes. Cada noche dejo picadas las verduras y en la mañana merco todo fresco en la plaza de mercado de acá” manifestó el chef de 34 años.
Esta combinación de disciplina más creatividad ha obtenido buena reputación en la zona, muestra de ello es la cara de sus clientes: satisfechos por el sabor, precio y servicio .
Si quedó atonjado, puede visitar este puesto abre desde las 10:30 de la mañana hasta agotar existencias de lunes a viernes en San Telmo I, Piedecuesta.
Redacción y fotografía: Felipe Jaimes Lagos (X).