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Niños en vereda de Girón hacen fila para conectarse y hacer sus tareas

Por la falta de acceso a internet, más de 30 niños deben hacer fila para esperar su turno y poder conectarse a hacer sus deberes escolares.

Bajo la sombra de la vivienda de doña Luz Marina Ropero, una treintena de niños residentes en la vereda Guaipí, en Girón, espera ansiosa el momento en el que puedan usar uno de los dos celulares que se están turnando para poder investigar y hacer sus tareas.

La situación en esta zona, ubicada a unos dos kilómetros del barrio La Esmeralda, es difícil. De las 147 viviendas existentes solo dos cuentan con el servicio de internet, pero la más cercana –la de doña Luz- es la que más frecuentan.

Eleazar Carrascal, líder de la vereda, afirmó que desde que se inició la cuarentena todos los niños y niñas han tenido que acudir a la casa de la mujer para poder realizar sus actividades escolares. “Cada uno tiene entre 10 y 15 minutos para buscar lo que necesitan. Así es muy difícil que ellos estudien juiciosos, porque sabiendo que detrás de ellos hay más niños que necesitan el celular, les toca buscar todo con afanes y así no se aprende nada”, expuso Carrascal.

En el lugar se observa cómo algunos ‘chiquis’, con cuadernos y lapiceros en mano, deben sentarse en algunas oportunidades al rayo del sol porque no pueden alejarse de la edificación que les provee la señal. En la larga espera sobre el andén se ven también niños de pie, otros sentados, y hay quienes hasta llevan silla y mesa para sentarse juiciosos mientras les sostienen el celular, para que escriban al tiempo que van mirando lo que necesitan.

“Ya hemos pasado solicitudes a la alcaldía de Girón, a la Gobernación y hemos pedido ayuda a la gente para que nos donen equipos o aparatos para que a los niños no les toque turnarse los únicos celulares que tenemos. No contamos con tablets, computadores, ni herramientas con las que ellos puedan estudiar y las empresas de internet no pueden instalarnos el servicio porque aquí no tenemos luz legalizada”, añadió el líder.

Por su parte, Luz Marina, la vecina que les provee la conexión, narró que todos los días desde las 6:00 de la mañana empiezan a llegar los niños con el celular y uno a uno van engrosando la fila para cumplir con sus deberes académicos. “El recibo del internet cuesta 90.000 pesos y entre todos los papás de los niños que vienen se reúne y se paga”. Sin embargo, según precisó también el líder comunal, muchos de ellos se han quedado sin recursos y a fin de mes no alcanzan a conseguir los 5.000 pesos de la cuota para pagar su parte.

Respecto a la problemática, Elgar Castillo, secretario local de las Tecnologías de la Información, afirmó que en este momento están analizando la situación “y se está haciendo el estudio a la población para focalizarla. Hay que dejar claro que los equipos, con los recursos que se cuentan en este momento, no hay forma de conseguirlos. Con lo que nos asignó el Ministerio estamos trabajando para entregar conectividad y estaremos pendientes de este caso”.

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