El propósito de una marcha convocada para defender los Cerros Orientales de Floridablanca se desvió. Justo cuando finalizaba cerca al Palacio Municipal, varios manifestantes empezaron a lanzar explosivos y otros elementos, causando varios daños en la infraestructura de la Alcaldía.
Pero su accionar fue mucho más allá. Justo al lado de la entidad se encuentra el hogar geriátrico Juan Pablo II, donde residen decenas de adultos mayores, quienes pasaron una noche “de terror”.
“A nuestros abuelos, muchos cerca de los 90 años, cualquier cosa los puede afectar. El susto fue terrible, no hacían otra cosa más que rezar. Por fortuna esta mañana todos amanecieron bien y contando lo que les pasó”, dijo un trabajador.
El alcalde Miguel Ángel Moreno, hizo un llamado al diálogo y a manifestarse de otra manera.
“Nuestro municipio se ha caracterizado por ser un territorio de paz, de sana convivencia. Hechos como los del miércoles no sólo alteran la tranquilidad, sino que preocupa a los ciudadanos, generan un ambiente de zozobra y angustia. Hacemos un llamado a la calma, al respeto…
“Lamento los momentos de pánico que tuvieron que vivir nuestros abuelitos del Centro de Bienestar del Anciano Juan Pablo II; situaciones como estas son las que no queremos que sucedan en Floridablanca. Esto no conduce a nada”.
Hubo daños menores
La Administración no ha reportado los daños causados al edificio ni el valor de los mismos.
Frente a la Clínica Guane, manifestantes prendieron una patrulla de la Policía cuando los uniformados se encontraban en el vehículo, lo que también generó rechazo entre los florideños.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Colombia, seccional Santander, emitió un comunicado informando que la jornada “se dio con normalidad hasta que en la Alcaldía de Floridablanca ocurrieron hechos de violencia que fueron respondidos de manera desproporcionada y brutal porla Policía Nacional”.
“Personas que hacen labor periodística y defienden los Derechos Humanos, claramente acreditadas, fueron objeto de acoso, agresiones verbales y requisas invasivas.
“Lo más grave es que la misión médica fue perseguida en la noche por las calles del municipio y para salvarse de ser golpeada y encarcelada, como ya es costumbre de la Policía en su “cacería de jóvenes”, tuvo que refugiarse en la zona montañosa de la Quebrada Suratoque.
Cinco personas fueron capturadas.
La Policía fue la encargada de informar lo sucedido en los alrededores del parque principal en tiempo real, así como la situación al interior del asilo, mediante videos publicados en sus redes sociales.
Además de rechazar los actos vandálicos, también visitaron a los abuelitos del hogar geriátrico.