A sus 43 años, Beatriz Jaimes de Monsalve abandonó su pueblo de nacimiento, Guaca, para refugiarse de la violencia en la ‘Cabecera de Piedecuesta’.
El barrio Cabecera del Llano II la recibió junto a sus familia a finales de las década del 90. La casa ubicada sobre la carrera 15b con calle 6a se convirtió en el refugio y próspero negocio de doña Betty. Su inversión de 26 millones de pesos no solo le dio posada sino también trabajo.
“Cuando me mudé acá, la propiedad ya venía con un local y yo decidí continuar con la tienda para tener algo que hacer porque nunca me quedo quieta” cuenta la noble tendera de 68 años.
En agosto de 2002, la tienda de Los Almendros de Betty abrió sus puertas a todo aquel que necesitara la leche para el desayuno, la libra de arroz o ‘unita pa’ la sed’.
El carácter de Beatriz es mesurado y paciente lo cual hace que los vecinos se sientan bien atendidos, así lo confirma Sonia Ballesteros Duarte cuando entre risas confiesa: “ella nunca me ha pegado”.
Lo cierto es que sus clientes dan fe de que detrás de la vitrina se observa a una persona sin presiones ni afanes. El secreto de esta plenitud la define Jaimes al decir que:”en este oficio puedo controlar mi tiempo y esta casa al ser mía, no pienso en el arriendo a fin de mes”.
Días de auge
No obstante, la constancia y trabajo duro son parte fundamental del negocio ubicado frente a los ya crecidos Almendros del parque principal del sector.
De hecho, la tienda vivió meses de largas filas desde las 5:00 de la madrugada debido al oportuno servicio de recarga de tarjeta para el sistema de transporte Metrolínea.
La dueña de la tienda confiesa haber recolectado hasta 3 millones de pesos sólo por concepto de recargas hace 8 años. Pero cuando la pandemia encerró el país, aquella entrada extra se la llevó el tiempo y la complicada situación del sistema de transporte.
Hace unos meses, la idea de cerrar el negocio se cruzó por la mente de la amistosa vecina de ‘la cabecera garrotera’. Sin embargo “así como este negocio nació a modo de distracción, 22 años después todavía me genera felicidad”.
Tips tenderos
- Abra sagradamente. Quien cumple con la hora de entrada, termina bien el día.
- Sea constante. El éxito se logra cuando los buenos hábitos son costumbres diarias.
- Al cerrar, desconectar. Procure apagar las neveras vacías o sin casi productos.
- Las sillas son aliadas. Puede ofrecerlas en su tienda, sólo debe ser claro con el uso.