Ante el inicio de la temporada con mayor dinámica comercial en el año, las autoridades locales dispusieron una serie de parámetros y reglas que son exigidas a los vendedores informales, con el fin de aliviar el caos de ventas callejeras durante las vísperas de la Navidad en Bucaramanga.
Si va a transitar a pie o en un automotor por vías del centro de la ciudad, debe llenarse de paciencia y tomarse un poco de más tiempo para hacer sus desplazamientos. El caos de las ventas informales se agudizó.
Actualmente existen cientos de ventas estacionarias y ambulantes ocupando andenes y calzadas vehiculares en la zona céntrica de la capital santandereana.
Por ejemplo, la carrera 16 entre calles 33 y 36, tiene decenas de ventas informales en cada costado de la vía. La invasión del espacio público es tal, que literalmente quedó solo un carril habilitado para el paso de carros y motos.
La cantidad de mostradores, estantes y carros ubicados sobre el Paseo del Comercio impresiona. Ubicadas una al lado de la otra, existen cerca de 1.000 ventas informales a los largo de la calle 35, entre carreras 15 y 19.
En corredores como la calle 36, entre carreras 12 y 16, sobre los andenes se exhiben cientos de productos navideños para adornar árboles y pesebres. En varios tramos el espacio para el tránsito de peatones se reduce tanto que solo queda lugar para el paso de una persona.
¿Qué operativos se realizan?
De acuerdo con lo informado desde la administración municipal, ante el inició de la temporada navideña diariamente se despliegan operativos de vigilancia y control, para verificar que los vendedores informales cumplan las normas fijadas por el Gobierno Local.
El Mayor (r) Gerardo Hernández Patiño, coordinador de Espacio Público de la Secretaría del Interior de la Alcaldía Bucaramanga, informó cuáles fueron las medidas más importantes que se adoptaron para aliviar el caos sobre el Paseo del Comercio.
“Lo que hicimos fue recuperar el máximo espacio posible en los costados. Despejamos las franjas peatonales dispuestas para la población con discapacidad. A lo largo de la calle, entre las carreras 15 y 19, se trazaron líneas con cintas, las cuales funcionan como límites para indicarles a los vendedores en donde se deben ubicar”, explicó el funcionario.
Las autoridades indicaron que con suficiente antelación se les indicó a los vendedores las reglas y los parámetros exigidos durante esta época del año.
Por ejemplo, una de estas exigencias es que por cada vendedor se puede ubicar en el espacio público únicamente un mobiliario, ya sea un mostrador o un carro. Aquel ciudadano que incumpla, según las autoridades, se expone a sufrir sanciones y hasta decomisos de mercancías o productos.
De acuerdo con lo indicado por Hernández Patiño, en materia de ventas informales actualmente se implementa en la ciudad la Resolución 0142 de 2023, expedida en abril pasado por la Defensoría del Espacio Público de la Alcaldía de Bucaramanga.
“Se establecieron políticas claras sobre las actividades que ejercen los vendedores, especialmente evitando que no se aumenten los puestos de ventas. El horario en el que se pueden ejercer estas ventas en el municipio es entre las 8:00 a.m. y las 7:00 p.m. ”, precisó el funcionario.
Reportan las primeras sanciones
Como parte de los parámetros adoptados mediante la Resolución 0142 de 2023, las autoridades dispusieron que los mobiliarios usados por los vendedores pueden ocupar, como máximo, un área de un metro de profundidad, por 1,8 metros de frente y 1,8 metros de altura.
Pese a lo descrito en la norma, en puntos como en la calle 36 Vanguardia evidenció que existen ventas que ocupan prácticamente todo el sendero peatonal.
En el caso del caótico Paseo del Comercio, las autoridades fueron claras al advertir que los vendedores deberán guardar, al menos, dos metros de distancia de las fachadas y zonas de ingreso a establecimientos comerciales.
El coordinador de Espacio Público afirmó que estas medidas se exigen diariamente al pie de la letra, y reportó que “es muy reiterativo el abuso por parte de algunos vendedores, quienes pretenden ocupar más espacio. Debido al incumplimiento de ellos, en el último mes impusimos 35 ‘comparendos’”.
Los vendedores igualmente deben cumplir medidas adicionales, como no ubicar letreros ni avisos sobre espacios públicos. El uso de parlantes, megáfonos o amplificadores de sonido también están prohibidos en la capital santandereana.
Existen 15 Puntos críticos
De acuerdo con la caracterización más reciente del Gobierno Local, en Bucaramanga existen 15 puntos críticos por ventas informales.
La Calle de Los Estudiantes, los alrededores de La Isla y San Francisco hacen parte de este listado de zonas neurálgicas por ventas callejeras.
Los dos puntos más críticos, según las autoridades, son el Centro y Cabecera. Desde el Municipio se informó que diariamente se despliegan controles en estas dos áreas de la ‘Ciudad Bonita’.
“En Cabecera también socializamos esta resolución. De hecho, allí ya nos vimos obligados a decomisar cuatro carros que eran usados por vendedores. Estamos ejerciendo controles para prevenir que sigan creciendo estas ventas sobre la calle 51”, reportó el coordinador de Espacio Público de la Secretaría del Interior de Bucaramanga.