En días pasados la empresa encargada de la recolección de basuras, Piedecuestana de Servicios Públicos en compañía de la comunidad del barrio Palermo, realizaron una jornada de limpieza y recuperación de las zonas verdes en este sector debido a las constantes denuncias de los habitantes sobre el mal estado en el que se encontraban y los desechos que eran alojados en este lugar. A pesar del esfuerzo por parte de los trabajadores y los colaboradores, los desechos vuelven a ser arrojados.
“La gente no tiene cultura, eso es ser una persona desagradecida y sucia, cómo es posible que vengan y limpien todo para que a los tres días vuelvan a dejar todo eso como un cochinero” María Cecilia, residente del barrio Campo Verde manifiesta su inconformidad con la comunidad, pues afirma que desde que no exista voluntad por parte de los vecinos esta problemática no tendrá fin.
Muebles viejos y rotos, basura domiciliaria, escombros, maderas y otros tipos de desechos son los que continuamente son arrojados en espacios públicos y a plena luz del día. Las brigadas por parte de la Piedecuestana de Servicios ofrecen en todos los sectores la recolección de desechos inservibles para evitar este tipo de situaciones que generan inconformidad en los barrios.
Esta situación desencadena una lista de problemas que afectan a la comunidad en general, malos olores y focos de propagación de enfermedades, entre otros. Son distintos sectores en el municipio en el que esta problemática está ocasionando inconvenientes, “si alguien llega y tira un colchón en la calle, luego llega algún habitante de calle y se acomoda por ahí en plena vía”. No solo es el hecho de que las personas irresponsables depositen su basura en la calle, sino también cómo esta situación se presta para generar otra problemática, pues vecinos afirman que estos lugares los utilizan como ‘metederos’ al utilizar muebles o colchones en donde los habitantes de calle se instalan en la vía pública.
Para los residentes de este sector, una de la solución a esto es implementar los comparendos ambientales, “aquí ya no funciona solo que las empresas vengan a recoger la basura porque a los días eso ya está lleno otra vez, que pongan multas para que la gente piense dos veces antes de seguir tirando su mugre”.
Según el artículo 111 del Código Nacional de Policía, toda persona que sus comportamientos sean contrarios a la habitabilidad, limpieza y recolección de residuos y escombros deberá ser sancionada. Los infractores tendrán que participar en programas comunitarios o actividades pedagógicas hasta comparendos que van desde los cuatro hasta los 32 salarios mínimos diarios legales vigentes, esto dependiendo de si su infracción es tipo 1,2,3 o 4.
Desde el interior de la empresa de servicios públicos afirman que “la misma comunidad debe denunciar a los irresponsables para que sean sancionados, debe existir un trabajo colectivo para el beneficio de todos”.
