El colapso de la vía entre Onzaga y San Joaquín, Santander, no solo mantiene incomunicadas a más de 4.000 personas con el resto del departamento, si no que la situación a afectado la economía y la salud de los habitantes.
Para poder sacar a los enfermos de la zona, los lugareños se han visto en la necesidad de hacer trasbordos utilizando ‘guandos’, es decir, cobijas amarradas a palos para hacer camillas improvisadas y poder cruzar la maltrecha carretera desbancada.
Al otro lado del derrumbe, espera otra ambulancia para poder realizar el traslado.
Ante esto, la comunidad pide a Invías, una solución solución, pues miles de campesinos están sufriendo las consecuencias de las lluvias implacables.
Cabe recordar que la afectación se presenta en el PR 76 a un kilómetro de la entrada a Onzaga. Por ahora las personas pasan caminando por una zona que también tienen riesgo y abordan los carros que están al otro lado, expresó Johanna Grimaldos, alcaldesa de Onzaga.
Añadió que hay mucha preocupación porque si no se encuentra una solución el municipio puede empezar a sufrir de desabastecimiento de productos y los agricultores a perder las cosechas.
El lunes en la noche se presentó otro derrumbe en el mismo sector y hay un tramo que amenaza con seguir colapsando. Grimaldos aseguró que necesita que el Invías les deje maquinaria para hacer una barrera de contención en el lugar.
Sin embargo, la solución definitiva sería una especie de mini variante de la vía y para eso se tendrían que usar unos predios privados, manifestó la mandataria.
