Nueva York abrió en Manhattan el primer dispensario legal de marihuana con fines recreativos, tras una larga espera. La compañía Housing Works Cannabis Company ya llevaba bastante preparando su inaguración.
Este anuncio significa para la industria un gran comienzo, además de que podría convertirse en una gran oportunidad para el aumento de los ingresos al país por cuenta de este producto.
“Es extremadamente surrealista, están sucediendo muchas cosas”, dijo Sasha Nugent, gerente de ventas de Housing Works.
“Creo que es un período de ajuste, mucha gente dice, ‘¿Está bien?’… Pero le diremos a la gente que es legal, que todo ha sido probado”.
Al parecer, los consumidores podrán encontrar una gran variedad de precios y productos. Estos irán desde los $20 dólares por un contenedor de comestibles, hasta una planta que se puede enrollar en un porro, por $40 o $94 dólares.
“Todas las ganancias de las compras se destinan a financiar nuestros servicios y defensa, que incluyen vivienda, atención médica y personas que viven con el VIH y enfermedades crónicas”, dijo la directora creativa de Housing Works, Elizabeth Koke.
“Tantas comunidades han sufrido bajo la criminalización del cannabis”, añadió.
El pasado 21 de diciembre anunció la gobernadora Kathy Hochul que la organización sin fines de lucro Housing Works, dedicada en Manhattan a atender a personas con VIH y Sida, será el primer dispensario autorizado de 36, en ser autorizado para vender cannabis al público en general, pese al comercio irregular e ilegal de la misma.
El dispensario estará ubicado en Broadway y Astor Palace, en un edificio de 4,400 pies cuadrados que solía ser una tienda de la marca Gap. Este fue el lugar que resultó ganador, para convertirse en la primera tienda en el estado de Nueva York al que las personas podrán acuduri a comprar marihuana con fines recreativos.
“Fueron los primeros en poner en orden su papel, hay muchos otros justo detrás de ellos”, dijo Chris Alexander, de la Oficina de Gestión de Cannabis del estado.
El anuncio se hizo un mes después, tras conocer la decisión de la Junta de Control de Cannabis de Nueva York sobre sí haría entrega o no de licencias a establecimientos a fines para la venta.
En los próximos meses, el Estado emitiría 139 licencias adicionales, con alrededor de 900 solicitantes a la espera.
