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Escasez y altos precios tienen en crisis la venta de carne en San Gil

Vendedores reconocieron que la carne está más cara y para ellos hallar una res a un precio razonable es cada día más difícil.

La pesa de la plaza de mercado permanecía ayer casi sola, más que cualquier lunes, especialmente en los puestos designados a la venta de carne, que son la mayoría. De los más de 40 puntos de venta, solo tres estaban abiertos, con algunos cortes de res en las neveras. Era lo poco que había quedado del fin de semana, lo que haría pensar un nivel de ventas muy alto.

En este lunes y, en general, las últimas semanas, la ausencia de carne en abundancia se ha vuelto una constante. Lo de ayer entonces no se debía a un aumento en las ventas, era el reflejo de la crisis que afronta el mercado cárnico del departamento, en donde conseguir reses de buena o mediana calidad es mas complejo.

Los casos
Priscila Silva Entralgo, con más de 30 años vendiendo carne en del centro de abastos de San Gil, explicó que la soledad se debía a que el fin de semana hubo poca carne para la venta y el lunes entonces no había casi nada. Pero no era normal ver tanta soledad en la pesa, con todos los puestos vacíos. Dos de los tres vendedores, que aceptaron hablar con esta casa editoral, reconocieron que la carne está más cara y para ellos hallar una res a un precio razonable es cada día más difícil.

“Todo lo están exportando, no se consiguen”, dijo Hernando Pinzón, sentado en su banca, matando el tiempo hablando con amigos mientras pasaba la jornada. A»yer hubo poca carne y por eso no hay nadie”, expresó el comerciante, mirando hacia un pasillo que estaba literalmente solo. No había ni clientes.

Una res que antes se compraba en $2,5 millones ahora se compra en $3 millones o más y eso ha generado un aumento en el precio de la carne. “La libra que antes costaba $7.000 u $8.000 ahora cuesta $10.000”, contó Pinzón.

Altos costos
Los precios están ‘por las nubes’ y por eso muchas personas no están comprando. Eso afecta el negocio en general. “Nosotros sacrificábamos cuatro reses diarias y ahora solo dos (…) Mire, un domingo normal aquí se vendían 60 reses y ayer (domingo) no llegamos ni a 25”, dijo la comerciante, viendo como las pocas personas que estaban en el lugar, se centraban en las ventas de pollo.

El pabellón de carnes de la Plaza de Mercado de San Gil hay cerca de 100 puestos de ventas, más del 40% correspondientes a producto bovino. En el último año, con la pandemia, el número de puestos ha ido bajando, dijo Edgar Paredes, gerente de la central de abastos.

El directivo se mostró preocupado por la situación que se está dando en el tema del ganado porque esto puede que aún más a las personas pierdan el interés de bajar a comprar sus alimentos, un efecto que se viene viviendo por el temor al COVID-19.

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