Esta investigación fue publicada en la revista científica Nature Human Behaviour en la que indican la genética del ritmo musical, puede influir en su relación con la música y el movimiento de su cuerpo.
Estos científicos llevaron a cabo “un estudio de asociación de todo el genoma para identificar variantes genéticas comunes asociadas con la sincronización de latidos en 606.825 personas”, según indicaron en el documento.
Reunimos a un equipo internacional de colaboradores con experiencia en genética humana, cognición musical, biología evolutiva, neurociencia y musicología para integrar nuestro conocimiento en este espacio.
Conclusión
Después de estudiar los datos, se concluyó que “la arquitectura genética de la sincronización de latidos era altamente poligénica (herencia determinada por factores genéticos), por lo tanto, la variación en muchos genes está asociada con la variación fenotípica en el rasgo”, escribió la investigadora.
Eso quiere decir que no hay un único ‘gen del ritmo’, sino que hay varios rasgos genéticos que lo hacen más complejo.
“Encontramos esa sincronización de ritmo que comparte una parte de su arquitectura genética con otros ritmos biológicos como caminar o respirar”, enfatizó.
En la investigación aclaran que además de la genética, hay otros factores que influyen en las habilidades para bailar como el entorno.