Despedían a la menor de 16 años que fue violada y asesinada la mañana del martes cuando se dirigía al centro educativo. Nunca llegó a clase, un hombre la violó y le arrebató la vida.
Luego de una sentida misa para orar por la pequeña que partió muy pronto a la eternidad, toda la comunidad del corregimiento Barrio Nuevo de El Playón, junto con los habitantes de la vereda La Sardina y Los Alpes, de Cáchira, salieron en una multitudinaria caravana a las calles para alzar su voz, por la voz que silenciaron y los sueños que truncaron.
Se unieron en un solo dolor, el clamor era el mismo: Ni una más.
“No estaba borracha, no vestía corto, no estaba en un bar, salió al colegio como todos los días, en botas de caucho porque vivía en una finca y hacía sacrificios como muchos niños y niñas en este país para ir a estudiar”,
fue el conmovedor mensaje que escribieron los niños en un cartel. Pudo haber sido cualquiera de ellos.
Se sienten desprotegidos y temen porque aquella historia de horror se repita. El mismo sentir lo expresaron los padres que salieron a manifestar su apoyo a la familia que perdió a su niña de manera tan vil.
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“Invito a toda la comunidad a no quedarnos callados, a hablar, a denunciar cualquier sospecha que tengamos con alguna persona que quiera hacernos daño y más que todo, a los menores.
Invito a los padres y autoridades que tengamos que ver con el cuidado de menores y procurar estar con ellos y ayudarles en su caminar”, expresó María Teresa Gómez, rectora del Colegio San Francisco de Asís.
La noticia del aberrante caso fue difundida en varios medios locales y nacionales. El rechazo y repudio fue masivo.
Familiares de la niña hicieron presencia en Bucaramanga
Un tío de la víctima acudió la mañana del miércoles al Instituto de Medicina Legal de Bucaramanga para las respectivas diligencias de criminalística y que en horas de las tarde les pudiera ser entregado el cuerpo para velarlo y posteriormente trasladarlo hasta Cáchira. El difícil momento le impidió decir palabra alguna, el dolor hablaba por sí mismo.