Desde hace más de tres años los habitantes de Ciudadela La Argentina dejaron de confiar en que se volvieran a abrir las piscinas ubicadas en el Centro Recreacional que funciona en este barrio del municipio.
La situación, además de generar mala imagen al sector, es la responsable de provocar malos olores, incremento de basuras, aparición de zancudos e inseguridad, evidenciando la falta de atención por parte de las autoridades pertinentes.
“Nos desbarataron lo poco que teníamos y nos dejaron un poco de zancudos y ahora se está volviendo inseguro el barrio”, indicó José Joaquín Medellín, líder comunal.
En pleno 2022 el panorama de este barrio es un poco desalentador, ya que en la zona donde años pasados la gente disfrutaba, se ubica una piscina vacía llena de residuos.
“Ese lugar está lleno de basura, es guarida de ladrones, zancudos y es un basurero. No sabemos qué pasó con la inversión y nos tienen abandonados porque nadie nos da solución”, indicó el líder.
Al parecer la comunidad añora su espacio social, lugar donde actualmente se encuentra la piscina. Anteriormente allí realizaban ejercicio, actividades de la tercera edad, juegos para niños, deporte e incluso, donde la Junta de Acción Comunal se reunía.
Las basuras los tienen mareados
Según el líder comunal, cerca al área de la piscina se practica un comportamiento errado por parte de la comunidad.
“La gente tiene la costumbre de sacar la basura 2 o 3 veces a la semana, los días martes, jueves y sábados”.
Los habitantes del barrio, sacan sus basuras y los dejan en este lugar, donde sobre las 4:00 de la tarde llegan los chulos, picotean las bolsas y esparcen líquidos, residuos y olores insoportables.
Muchos de los habitantes de este sector indican que necesitan de forma urgente una reubicación de basuras, ya que se han comunicado con las empresas responsables de la recolección y no han recibido respuestas positivas por parte de ellas.
La inseguridad crece cada día
El barrio Ciudadela La Argentina es poseedor de 34 cornetas, las cuales hacen parte de los elementos correspondientes al frente de seguridad, estas fueron recibidas en el mes de octubre del 2021.
Hace poco tiempo personas mal intencionadas se robaron los cables que hacían funcionar estos aparatos y desde ese momento la inseguridad ha incrementado.
“Los recicladores se están robando las rejas, si tuviéramos las cornetas en buen estado uno avisa y no deja que se roben eso. El barrio se está volviendo muy inseguro”, agregó Medellín.