Con una tarde gris, lluviosa, triste, mientras se realizaba el sepelio de Nickol Valentina Rodríguez, en la Fiscalía General de Bucaramanga tenía lugar la audiencia contra Pedro Trujillo Pérez, señalado como responsable del crimen de la menor de 15 años.
Durante la audiencia de medida de aseguramiento, Trujillo -de origen venezolano- aceptó que robó el celular a la menor para venderlo y comprarle un par de zapatos a su hijo que está en el vecino país.
En la audiencia también se supo que Pedro tenía antecedentes por robo en el mismo túnel del Meson de Los Búcaros. Allí asaltó a varios menores más.
Otro detalle que se conoció en la diligencia, es que un hermano de Pedro habría entregado información a las autoridades de su cometido.
La fiscal del caso pidió que Trujillo sea enviado de inmediato a la cárcel por el modo en que ocurrieron los hechos, pero sobre todo para evitar que vuelva a cometer actos tan atroces.
Durante la audiencia, le fueron imputados los delitos de homicidio agravado y hurto calificado. Pedro fue trasladado el sábado en la tarde por la Sijin de la Policía desde Barrancabermeja a Bucaramanga para la judicialización de su captura.
Vanguardia pudo conocer que su actuar fue tan descarado, que habría llamado a su novia desde del celular de Nickol Valentina.
Los investigadores lo tenían interceptado y una vez lograron identificarlo, procedieron a ordenar el operativo de captura; sabían exactamente hacia dónde iba.
Caravana de dolor por Nickol Valentina
Una gran caravana recorrió las calles de Bucaramanga la tarde del domingo. Cerca de 5 mil vehículos acompañaron el coche fúnebre donde fue llevado el cuerpo de la menor desde la funeraria Los Olivos hasta el Cementerio Las Colinas.
A las 3:00 de la tarde se inició la multitudinaria marcha que expresó la conmoción por el desgarrador suceso que develó la delincuencia que desborda en la ciudad.
Por un celular apagaron de manera vil y despreciable los sueños de una niña que tenía toda una vida por delante.
Por eso la memoria de Nickole fue honrada con murales en aquel túnel donde le arrebataron la existencia La ciudad no olvidará lo que ocurrió ese jueves 24 de febrero.
Nada podrá reparar el daño hecho, pero su familia clama justicia y los ciudadanos exigen una condena ejemplar así como medidas estrictas para que esta devastadora historia no se repita.
Una carta que pedía seguridad fue ignorada. Nickol pudo estar protegida.
