Los acorralaron
Un hecho lamentable se registró en El Cerrito, Santander, donde falleció el intendente Rogelio Aparicio Pancha, subcomandante estación Policía local.
Fue asesinado cuando realizaba labores de patrullaje cerca a la vereda El Mortiño.
“Sucedió cuando los uniformados realizaban actividades de patrullaje en motocicleta y fueron sorprendidos por dos personas que también iban en motocicleta. Les dispararon”, informó la Policía de Santander.
El homicidio sería parte del mal llamado ‘plan pistola’, sin embargo esa información no ha sido corroborada por las autoridades, porque aún recopilan datos.
El uniformado recibió un balazo en el cuello y fue trasladado de inmediato a centro asistencial de Málaga, donde llegó sin signos vitales.
Su compañero de patrulla, Jesús Manuel Jiménez Díaz, resultó lesionado. Ambos realizaban actividades de registro y control sobre la zona urbana del municipio.
La jurisdicción limita con el corregimiento Presidente del municipio de Chitagá, Norte de Santander, donde delinque el frente Efraín Pabón Pabón del Eln.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestro compañero quien desde hace 19 años y 9 meses, había prestado sus servicios en los departamentos de Policía Santander, Magdalena Medio, Metropolitana de Bucaramanga.
“Tenía 39 años de edad, casado, con dos hijos de 13 y 15 años, oriundo del municipio de Sabana de Torres – Santander, apasionado por su trabajo y entregado al servicio por la comunidad”, expresó la Policía de Santander.
En su hoja de vida reposan 69 felicitaciones y 11 condecoraciones durante su trayectoria institucional.
“Rechazamos y condenamos la cobarde acción criminal que le arrebató la vida a nuestro Intendente Rogelio Aparicio Pancha en El Cerrito, Santander. Les advertimos que los perseguiremos como a todos aquellos que han atacado a nuestros policías”, manifestaron los uniformados de Santander.
“Era un ser humano sencillo, humilde, excelente trabajador y enérgico en su servicio”, comentó uno de sus compañeros.
Amaba la institución
El amor que sentía Rogelio hacia la institución era inigualable al punto de seguir trabajando a pesar de que ya estaba pensionado.
Sus familiares en reiteradas oportunidades le dijeron que de fuera a descansar pero no, él amaba la Policía”.
Era tanto admiración, que hasta asumió los costos para que un sobrino estudiara y se formara como patrullero en la escuela en Bogotá.
“Era el mejor hermano, estaba pendiente de la familia. Le decíamos que se retirara pero nos decía que quería seguir, que quería ascender. Era el tesoro más preciado de mi mami”, expresó con tristeza Lili Carolina Aparicio Pancha, una hermana del intendente, quien lo vio por última vez en noviembre del año pasado cuando se reunió con sus cuatro hermanos y sus padres.
