Por: Investigación de Q’hubo Cali
Al patrullero de la Sijin Alberto José Arias Jiménez, asesinado el 30 de mayo del 2021 en la vía a Buchitolo, corregimiento de Candelaria, Valle, no lo mató un afrodescendiente como lo informó la Policía, pues la investigación adelantada por la Fiscalía apunta a que ‘Piscis’ (nombre cambiado por razones de ley), su compañero de la Sijin, le disparó en cinco oportunidades.
De acuerdo con la Fiscalía y las pruebas de balística, el acusado usó su arma de dotación para cometer el crimen mientras el hoy occiso se encontraba desarmado.
Las primeras indagaciones dan cuenta de que ‘Piscis’, José Arias Jiménez y ‘Saimon’ (nombre cambiado), otro patrullero de la unidad, se encontraban juntos en un vehículo de la institución cuando se presentó el crimen.
Ante este hecho, la juez Ana María Díaz Ramírez, del Juzgado Municipal de Candelaria, emitió medida de aseguramiento preventiva en un establecimiento carcelario contra el agente de la Sijin ‘Piscis’, la cual cumple en la Estación de Policía de Los Mangos, al oriente de Cali.
Relato de las autoridades
El 31 de mayo la Policía emitió un reporte oficial para los medios de comunicación donde confirmaban que la muerte de Arias Jiménez ocurrió cuando estaba junto a dos compañeros, con los cuales se movilizaba en un carro de la institución de placas OCN-104, marca Renault Duster, gris.
En el comunicado se citaba lo siguiente:
“Uno de los compañeros relata que: nos dirigíamos hacia el corregimiento Villagorgona a hacer una vuelta.
Cuando transitábamos por la vía principal de Buchitolo fuimos abordados por dos sujetos afrodescendientes, ahí Arias se bajó del vehículo y se dirigió hacia donde estaban los hombres con los cuales empezó a dialogar, pero se generó una riña y uno de los hombres afrodescendientes (sic) sacó un arma de fuego y le disparó al compañero”.
Asimismo, la Policía confirmó que “uno de los compañeros de Arias Jiménez reaccionó y le disparó a los agresores, pero estos pudieron huir”.
Esta fue una versión entregada por las autoridades, la cual corresponde a la que ‘Piscis’ le dio a su intendente para, aparentemente, evitar su supuesta responsabilidad en el hecho.
La última llamada
La primera persona que supo que algo no estaba bien con estas versiones fue Steicy Hernández, la esposa del investigador muerto, quien sabía que su marido se había quedado hasta horas de la madrugada con sus compañeros de trabajo.
“Mi esposo vivía conmigo en Cali, pero debido al desorden público por el Paro Nacional le había tocado quedarse unos días en Candelaria, donde prestaba su servicio.
El 29 de mayo llegó a la casa por ropa porque debía quedarse, esa era la orden que le habían dado.
Ese día hablamos en la tarde y después a las 8:30 p.m. me hizo una videollamada, estaba en un estanco llamado ‘Los Paisas’ con unos compañeros de trabajo. Ahí estaban ‘Piscis’, ‘Saimon’ y su jefe Samir Antonio Urbina”, relató la mujer en una audiencia.
Su pareja la volvió a llamar a las 12:53 a.m. En ese momento le mostró que estaba en un parque del pueblo.
“A la 1:51: a.m. le escribí para ver si ya se había entrado, pero solo vio el mensaje a las 2:10 de la madrugada y no me contestó, así que lo llamé para preguntarle si había llegado a la estación, pero me di cuenta que estaba tomando con sus compañeros y empezamos a discutir así que le colgué, después me volvió a llamar y yo le dije que se quedara con sus amigos y terminé la llamada para acostarme”.
Ella no sabía que era la última vez que hablaría con su pareja sentimental, pues horas después sería asesinado de cinco disparos.
El día de su muerte
Eran las 4:00 de la mañana del 30 de mayo del 2021 cuando Rosalía (nombre cambiado por seguridad), una mujer que reside en la vía Buchitolo, Candelaria, ve a tres hombres en un vehículo tipo camioneta discutiendo.
De un momento a otro escucha tres impactos de bala que la llevaron a comunicarse con las autoridades, pues algo no andaba bien.
Después de la llamada llegó Deisy Amelia Varela, patrullera de la subestación de Policía de Villagorgona, en compañía de los patrulleros Jesús Castillo y Duván Marmolejo para atender el caso.
Sin embargo, el vehículo y los tres hombres ya no estaban en la escena del crimen, pero las vainillas y la sangre que confirmaban un hecho sicarial sí quedaron en la zona.
“En el lugar de los hechos Rosalía nos contó que eran las 4:00 de la madrugada cuando escuchó a unos hombres peleando. Se asomó por la ventana y vio que eran tres hombres, cuando en un momento uno de ellos le dispara a otro, luego, con ayuda del tercero, lo suben a la parte posterior del vehículo en el que se encontraban y se van del lugar de los hechos”, dijo la investigadora Lorena Rodríguez.
Horas después de la recolección de pruebas se conoció que la víctima de este hecho era el patrullero de la Sijín Alberto José Arias Jiménez, y las otras dos personas eran ‘Piscis’ y ‘Saimon’.
¿Cómo conoció los hechos el intendente de la Sijín de Candelaria?
En una audiencia, el intendente Samir Antonio Urbina confirmó haber estado con la víctima y los implicados horas antes del hecho compartiendo una picada, “pues no habíamos cenado”.
“A las 11:45 p.m. me retiro del lugar donde estábamos y me voy a descansar, les dije a ellos que hicieran lo mismo. Recibí una llamada a las 4:55 de la mañana. En esta ‘Saimon’ me informa que debo presentarme de urgencia al Hospital de Candelaria, pues había una novedad de un 901”, narró en el interrogatorio.
“En ese momento llamé al patrullero de actos urgentes para que también hiciera presencia en el centro médico. Cuando llegué me encontré con los dos patrulleros que se movilizaban con Arias en el vehículo de la institución, los cuales me informaron que el 901 era el patrullero de la Sijín Arias Jiménez Alberto. Fui a hablar con el galeno de turno, quien me manifestó que Arias había recibido cinco disparos que le causaron la muerte”, contó el intendente.
Asimismo, confirmó que en un diálogo separado con los patrulleros que estaban con Arias Jiménez estos le contaron dos versiones diferentes de los hechos.
“’Piscis’ (el presunto asesino) me dijo que Arias les había pedido el favor de que lo acompañaran donde un amigo, y cuando llegaron al lugar se formó una pelea con dos hombres afrodescendientes que le causaron la muerte”.
“Por otra parte, ‘Saimon’ me confirmó que Arias les pidió que lo acompañaran donde un amigo, pero que en el camino los empezó a conducir a unos callejones y fue cuando cuando se presentó una aparente discusión con ‘Piscis’, y Arias decidió bajarse del vehículo, cuando éste desciende el patrullero ‘Piscis’ le dispara desde la parte trasera hasta matarlo”.
Es importante mencionar que los hoy acusados dicen que el patrullero Arias les pidió que lo acompañaran donde unos amigos, pero debido a la versión de un auxiliar de Policía la familia de Arias pone en duda estas declaraciones.
“El patrullero de la Sijín ‘Saimon’ llegó a las 2:30 a.m. al parqueadero y cuando me di cuenta tenía una camioneta Mazda café prendida, yo fui hasta donde estaba y le pregunté ¿Qué pasó, por qué va a sacar el carro? y ‘Saimon’ me dijo que había un 901 que debía atender, pero debido a que había un CAI Móvil en el paso no la pudo sacar. Minutos después llegaron como borrachos ‘Piscis’ y Arias, y fue ahí donde Arias dijo que él tenía las llaves de la camioneta gris, ellos tres se quedaron hablando un rato y salieron. Se me hizo raro que fueran los tres cuando en un 901 siempre van 2 personas”, contó en un interrogatorio el auxiliar Esteban Yoino Lipons.
Debido a estos hechos, Alberto Arias Morales, padre del hoy occiso expresó: “Es triste que desde las 5:20 de la madrugada de ese 30 de mayo el intendente tuviera las dos versiones y le hubiera dado a los medios de comunicación una donde culpan a dos hombres afrodescendientes que ni siquiera estaban en el lugar de los hechos. Engañaron a los medios, a la ciudadanía y a mí, pues siempre había respetado la institución hasta que un miembro de esta me arrebató a mi hijo”.
El dolido progenitor también manifestó su indignación por el caso: “Debí darme cuenta que algo no estaba bien, pues por todos los policías asesinados dan recompensa y por mi hijo, que tenía más de 20 condecoraciones, no dieron un peso. Claro, ya sabían que el asesino estaba dentro de la misma institución y quisieron tapar todo con el racismo, pues culparon a dos afrodescendientes que no existieron en ese lugar”.
Sobre la investigación
El Grupo IV de criminalística, integrado por César Julián Vivas, Christian Tróchez, Claudia Isabel Oviedo y Lorena Rodríguez, fueron los encargados de trasladarse desde la base aérea de Cali a Candelaria para realizar las primeras investigaciones de este crimen. Ahí descubrieron varias pruebas que apuntan a que el patrullero Arias fue asesinado por ‘Piscis’.
“El vehículo Renault modelo Duster gris de placas OCN-104 tenía la ventanilla derecha de la parte trasera rota, encontramos dos vainillas en el asiento trasero del vehículo y también unas gotas de sangre dentro del carro. Nos trasladamos al lugar de los hechos y ahí encontramos tres vainillas más”, informaron los agentes que atendieron el caso.
Asimismo, confirmaron que en la inspección del cadáver se pudo establecer que la víctima recibió cinco disparos en diferentes partes del cuerpo, y que presentaba laceraciones (raspones) en su tórax y hematomas en su brazo.
“Las investigaciones adelantadas también confirman que el patrullero señalado de matar a Arias habría utilizado su arma de dotación para cometer el crimen, pues en los estudios de balística se encontró identidad con los disparos que tenía mi familiar”, informaron allegados de Arias.
“Todo parece indicar que mi hermano, José Arias, salió del carro para evitar más inconvenientes y este hombre le disparó desde dentro del vehículo sin que mi hermano pudiera ver, pues la Fiscalía encontró las dos vainillas dentro del automóvil. Creemos que el asesino se bajó del carro para rematarlo con tres impactos más. Ellos son entrenados y saben que deben justificar cada disparo, por eso no creemos que en una discusión le haya pegado cinco tiros, y tres de ellos después de que lo vio herido, pues también encontraron casquillos en la escena del crimen”, manifestó el hermano de la víctima, quien también confirmó que su familia cree que el patrullero Alberto José Arias fue asesinado por una importante investigación que estaba realizando.
“El día que lo asesinaron mi hermano realizaría la captura de dos cabecillas del narcotráfico que operan en Candelaria”.
Incógnitas
“Sabemos que la muerte de mi hijo va mucho más allá de una simple pelea, pues me tocó irme de mi casa por las constantes amenazas que llegaban por seguir peleando para que se hiciera justicia. Nosotros sabemos que le tendieron una trampa porque el día que fue asesinado capturaría a dos criminales y él era intachable. Esta hipótesis que tenemos nosotros se hizo más fuerte cuando supimos que no encontraron el maletín con la investigación y las órdenes de captura que él ya tenía aprobadas”, dijo doña Ruby, su madre, a la única que de vez en cuando le contaba sobre sus investigaciones.
“En la audiencia más reciente de este caso, los defensores del señalado buscaban aplazar el proceso, para que así este quedará libre por vencimiento de términos. Nosotros esperamos que se haga justicia y que este hombre no quede libre, pues asesinó a un hombre que hacía respetar su profesión como policía, pues desde niño luchó con serlo y lastimosamente personas que hacían parte de ese sueño me lo mataron”, finalizó su familia.
Es importante mencionar que el comando de la Policía no ha salido a dar declaraciones sobre este hecho y tampoco han aclarado las versiones que dieron de este este oscuro hecho para la institución.