Fabio, de 33 años y a quien conocían como “Chiry”, quedó con la cabeza horadada a bala. Lo atacaron en una calle ‘ciega’, muy cerca la suya.
Sus ‘verdugos’, según dijeron algunos testigos, dos sujetos que llegaron en moto y de frente jalaron el gatillo sin reparo.
Habitantes de la zona hablaron de ajustes de cuentas,
“el microtráfico se paga con sangre”, comentaban.
Huyeron pero no pudieron ir muy lejos. La Policía los capturó en el asentamiento humano La Unión.
Uno de ellos era Jheison David Vargas Hoyos, quien tenía vigente una orden de captura por concierto para delinquir y de quien se supo, también había sido integrante de la banda delincuencial “Los Flayers”.
A Jheison un Juez lo imputó por homicidio agravado y le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario.
No habían perdido la fe en “Chiry”
Antes de radicarse en La Fe, Fabio vivía en Puerto Boyacá donde lo conocían porque junto con su hermano se rebuscaban el sustento en un parqueadero cubriendo con cartones los sillones de las motocicletas y los parabrisas de los vehículos.
Luego lo ayudaron a que se fuera Medellín, a un centro de rehabilitación para tratar su adicción a las drogas pero escapó de allí y llegó a la Fe donde encontró su fatalidad.