Aunque lo rodearon quienes más lo amaban, su felicidad no era completa. Los hijos no asistieron a la fiesta, al parecer, porque la madre no los quiso llevar.
Eso habría acongojado a Jhon, se entristeció y hasta dijo que estaba aburrido de la vida. Habría sido para los demás un comentario inoficioso, lejos de que fuera capaz de atentar contra su vida.
Pues Jhon ingirió un herbicida. La reacción fue inmediata: se agravó. Tuvieron que trasladarlo al Hospital de Girón y de allí remitirlo a la Clínica Chicamocha.
De milagro Jhon sobrevivió ese día. Los médicos lograron estabilizarlo y parecía estar bien. El sábado él mismo firmó su salida de manera voluntaria y se fue para la casa de su mamá a recuperarse, pero empezó a sentirse mal.
Le dijo a su progenitora que no lo dejara morir en la casa.
Lo llevaron de nuevo al Hospital de Girón, de donde tuvieron que remitirlo de nuevo a la Chicamocha y esta vez no hubo salvación. Falleció ayer en la tarde.
DATO
Jhon vivía en el barrio Villas de Don Juan de Girón. Se presume que consumía alucinógenos desde los 17 años.
¡Vale la pena vivir!
Hablar de lo que se siente es el primer paso para encontrar la solución a los problemas y nos hace sentir mejor. También se puede buscar apoyo en un familiar u orientación en tu EPS o a la línea 123 de la Policía. También puede acudir a la línea amiga de San Camilo: 305 393 1600.