La familia de *Laura Carrillo no tuvo dónde pasar la noche. A todos les tocó buscar refugio después de que su ‘rancho’ fuera incendiado, al parecer, por ‘manos criminales’.
Ocurrió a las 10:00 de la noche, en el sector 10 de Betania, norte de Bucaramanga cuando Laura y su hermano salieron a la tienda a comprar algunas cosas que les faltaba para la comida. Cuando regresaron su ‘hogar’ estaba envuelto en llamas. Por fortuna, nadie más se encontraba dentro del improvisado inmueble construido en madera y zinc.
Aunque hicieron todo por apagarlo, el fuego consumió el ‘rancho’. Bomberos atendió la emergencia y evitó que la conflagración se propagara.
“Cuando llegamos ya estaba la candela. Más de uno vio que él (ex-novio) tenía una botella de gasolina. No había nadie, solo estaban los animalitos, pero él los sacó. No quedó nada”, comentó Laura, quien a sus 18 años denuncia que ha recibido amenazas de su pareja sentimental al negarse continuar la relación que llevaban desde hace un año.
“Me ha dicho que me va a echar ácido, que me va apuñalar, que me va a quemar en la casa. Me dañó una ropa, y una vez me tiró una barra que utilizo para cerrar la puerta, pero me corrí porque por poco me mata. Desde la calle me ha gritado que me va a matar y que no va a descansar hasta verme muerta”, denunció.
Aseguró que el caso será puesto en conocimiento de las autoridades para que se tomen las medidas necesarias de protección. Ahora teme que atente contra su integridad. Para tener algo de comer, les tocó rescatar pedazos de latas para venderlas por chatarra.
*Laura es un nombre ficticio para proteger la identidad de la víctima.
Las personas que deseen ayudar a esta familia de escasos recursos, pueden comunicarse con el 3183440402. Tres menores de edad y dos adultos se quedaron sin un techo para vivir.
Otro incendio
Ayer también hubo caos en la carrera 7 con calle 44 en el barrio Alfonso López de Bucaramanga. Varios elementos de una fábrica de calzado se quemaron, al parecer, por un corto circuito. Las pérdidas ascenderían a más de 10 millones de pesos.
“Estábamos trabajando cuando escuchamos un chispazo y después vimos que de la habitación salía humo, fuimos a mirar y ya se habían quemado cueros, plásticos y otros materiales. Tratamos de apagar con extintores pero fue difícil, solo hasta que llegaron los Bomberos se pudo controlar. Pero bueno lo importante fue que no nos pasó nada a nosotros, lo otro se puede recuperar”, Flor María Martínez, trabajadora del lugar.
Se presume que el cableado obsoleto habría ocasionado la conflagración.
Incendio en el barrio Alfonso López