Que las nuevas generaciones se interesen y trabajen por preservar los recursos naturales, es un acto que debe ser valorado e imitado por todos.
Un ejemplo de este esfuerzo lo hace un grupo de jóvenes piedecuestanos, quienes desde hace varios años se reunen para visitar el río de Oro y recoger la mayor cantidad de residuos en él.
Sobre esta iniciativa, Julián Lenys Cañas, estudiante de Psicología y quien lidera esta actividad, detalló que “la iniciativa surge hace unos tres años y medio en donde, con un grupo de amigos, conversamos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y los recursos, y desde ese momento adelantamos las jornadas de limpieza”, contó.
En los últimos días estuvieron en el barrio La Colina, barrio ‘garrotero’ por el que pasa una parte de esta fuente hídrica y donde sí puede ser disfrutada por ciudadanos ya que allí aún el agua es limpia.
“Hicimos una caminata ecológica y recogimos 15 bolsas. Encontramos de todo. Tapabocas, guantes, jeringas, bolsas, paquetes de cigarrillos, paquetes de fritos, alimentos en descomposición, pañales, y muchos más residuos”, añadió Lenys.
Mensaje a la comunidad
Adicional a dicha caminata, los 15 participantes de la iniciativa llegaron al barrio ya mencionado, y dejaron un mensaje a sus residentes.
“Estuvimos conversando con líderes del sector sobre este tema. Hubo un espacio donde se hizo con ellos una sensibilización y la comunidad fue muy receptiva. Ya hemos venido desarrollando estas actividades y siempre nos reciben bien, acogen estos mensajes”.
Según lo precisado por el joven ambientalista, se tiene planeada una nueva jornada ambiental que probablemente será desarrollada en dos semanas.
“La próxima jornada la tenemos pensado hacerla en el mismo sector, pero innovar un poquito con actividades culturales para seguir sensibilizando, no solo a los piedecuestanos, sino también a todo el municipio”, apuntó.
Los ambientalistas manifestaron que este sector del río podría ser una excelente oportunidad para impulsar el sector turístico, ya que en dicha zona el agua aún es cristalina y es común ver los populares ‘paseos de olla’.
“El río tiene cascadas, pozos, es agua limpia y no representa ninguna amenaza.Aquí vienen familias, amigos y comparten. Para ellos y para todas las personas que visitan el lugar, hacemos el llamado para que mantengan limpia la zona, sean conscientes y tengan sentido de pertenencia”, culminó.
