Los terribles hechos se presentaron en la atracción Haunted Mine Drop ubicada en parque Glenwood Springs en Colorado, Estados Unidos, el pasado 5 de septiembre.
Según la historia del caso, la pequeña se sentó encima del cinturón de seguridad del juego. Los operarios, quienes serían los encargados de verificar que todo estuviese bien antes de que empezara a funcionar, pensaron que Wongel estaba amarrada pues se veía una parte del cinturón. Sin embargo, no lo estaba.
Además, una alarma habría indicado a los operadores que no todos los cinturones estaban abrochados, no obstante, estos quienes estarían nuevos en el cargo, lo omitieron.
“El informe deja en claro que esto es culpa del parque, no del operador”, señaló Dan Caplis, el abogado de la familia de la víctima.
“Wongel era una niña hermosa, cariñosa y alegre que amaba tanto a Jesús para ser una niña de 6 años. Su vida se truncó en este trágico accidente”, se lee en una carta de una fundación que recogió dinero para el funeral.